uy apreciado compañero: Leo que se te han hinchado las narices a cuenta de los memos ambulantes que vomitan su odio sobre ti en las redes sociales. “Nos veremos en el juzgado. ¡Voy a por vosotros!”, has escrito en tu cuenta de Instagram, harto del bombardeo de basura que tienes que soportar. De entrada, te comprendo perfectamente. Seguramente en menor medida y de otra tipología, yo también sobrellevo como buenamente puedo las bravuconadas de esa escoria cagona que se refugia en el anonimato más vil. Por lo demás, y sin querer desanimarte, me temo que pinchamos en hueso. Por algún motivo, la legislación vigente y los propietarios de las redes amparan estos comportamientos infectos. Nos toca, pues, contar hasta mil y tragar.