- No tiene uno claro si enternece o indigna ver cómo la autoparodia que es la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, vuelve a entonar, cual si fuera una secesionista periférica desorejada, el “España nos roba”. Como ya sabrán, la penúltima de la emperatriz de Sol ha sido plantarse en el Tribunal Supremo para recurrir el reparto de los fondos europeos (en realidad, de una porción pequeña que asigna el Ministerio de Trabajo) bajo el argumento de que suponen un agravio intolerable hacia la comunidad que gobierna. En concreto, su denuncia es que la CAV y Navarra van a recibir más de lo que les correspondería. Vamos, el clásico requeteclásico de los insaciables privilegiados que sajan al Estado del que aspiran a desgajarse. Quizá la novedad es que en esta ocasión, a la lista de territorios voraces mimados por el socialcomunismo rampante se ha añadido a Extremadura y Valencia. Tampoco es muy extraño porque justamente estas dos comunidades, y particularmente la segunda, llevan un tiempo clamando contra el dumping fiscal que ya es la principal seña de identidad de la supernova madrileña.
- Tal y como las gasta el Supremo, que sigue presidiendo Carlos Lesmes, no es en absoluto descartable que la doña acabe saliéndose con la suya. Si la cosa se quedara en este recurso concreto, el roto no sería excesivo, pues al final hablamos de menos de diez millones de euros, apenas un pellizco del total de los fondos. Pero todo apunta a que estamos ante la apertura de la veda de la batalla mediático-judicial sobre el maná europeo. No es casualidad que Pablo Casado haya corrido esta vez a suscribir las acusaciones de su íntima enemiga. Y tampoco que el resto de las Comunidades y ayuntamientos en manos del PP se hayan sumado con entusiasmo a la denuncia de marginación en el reparto por motivaciones políticas.
- La prensa afín también está en primer tiempo de saludo de lo que califica como un castigo a los ciudadanos de las comunidades que se rebelan contra el yugo sanchista. “La prosperidad que genera esa isla de libertad y refugio fiscal que, en términos relativos, representa Madrid, frente al infierno intervencionista y fiscal que sufren otras regiones de España, no da derecho al Gobierno liberticida de Sánchez y Díaz a un maltrato como el que subyace al último reparto de fondos europeos”, despotricaba ayer una de las cabeceras del nacionalayusismo. Tengamos por seguro que el pataleo de la lideresa ante la Justicia con la CAV y Navarra como coartada va a tener continuación.