Cuatro letras a...Juan Camilo L.C.

espreciable (presunto) agresor de un sanitario que le pidió que se pusiera la mascarilla en el metro de Madrid: No sabe las arcadas que me provoca tener que anotar una vez más la salvaguarda de la presunción de inocencia y, de propina, verme a obligado a difuminar su cara de miserable y a limitarme a aportar su nombre de pila y sus iniciales, cuando conozco sus dos apellidos. Son, en todo caso, circunstancias que a los lectores avisados, que creo que son casi todos, les dan las coordenadas para comprender su brutal comportamiento. Su impunidad nace de una ley que le protege más a usted que a su(s) víctima(s) y de un discurso social no mayoritario pero sí dominante que no solo consiente sino que aplaude tal indignidad. Cuánto asco.