Interesante, aunque no sorprendente fenómeno: la ruptura del pacto entre PP y Vox en Extremadura ha provocado una grieta entre los medios de la diestra. Los del turrón duro echan sapos y culebras contra la nueva lideresa María Guardiola. Los del menos duro, sin embargo, apuntan al partido gamberro de Abascal. Unos y otros se acusan mutuamente de estar torpedeando la conquista conjunta de La Moncla. ¡Dentro entrecomillados!
"Es un sinsentido que parece responder más a un afán por sabotear el compromiso que a una voluntad sincera de cumplir con el mandato de los votantes"
El editorialista de La Razón no se corta. Habla en su título de “Sabotaje en Extremadura”, y no crean que se refiere a los malos social-comunistas-filoetarras de siempre. No; los soplamocos son para Vox: “Plantearlo como una exigencia, tensar la cuerda hasta romperla en beneficio de la izquierda, supone de facto abocar al fracaso cualquier negociación con un potencial socio, el PP, que cuenta con 28 parlamentarios. Es un sinsentido que parece responder más a un afán por sabotear el compromiso que a una voluntad sincera de cumplir con el mandato de los votantes que determinaron una mayoría absoluta del centroderecha. Detrás, como informamos hoy, está Jorge Buxadé, que se presentó en Mérida para que nadie se saliera del guion, como cabeza visible del ala dura de Vox, más preocupada en cargos que en políticas”.
"Los sacerdotes del sumo partido [Vox] piensan que por el simple hecho de llevar sotana van a producir milagros"
Unas páginas más allá, José Antonio Vera carga el fusil dialéctico con posta y dispara contra el partido de las tres letras y las dos neuronas: “Malo cuando el que vota percibe cierto tono de engreimiento en el votado. Los sacerdotes del sumo partido piensan que por el simple hecho de llevar sotana van a producir milagros. Casi nunca es así. Lo enseñan hasta en los seminarios. Humildad, templanza y diligencia. La serenidad no está reñida con la firmeza. Se puede ser muy vocinglero y tremendamente incompetente. Por lo general, nunca suelen bien gobernar los que están más acostumbrados a sermonear”.
El resumen y colorario del opinaterismo del diario azulón corre a cargo de su director, Francisco Marhuenda, a quien le escuece ver a los socialistas pillando cachos que o esperaban: “La primera consecuencia de la incapacidad del centro derecha para alcanzar un acuerdo es que la presidencia de la Cámara extremeña ha recaído en una socialista. No se puede ser más torpe. Nadie se lo esperaba. La segunda es que Fernández Vara, que hace unos días parecía que se iba a retirar, ha anunciado que presentará su candidatura a la reelección. La imagen no puede ser más lamentable para los intereses del PP y Vox”.
"Permanece en el más absoluto misterio la razón por la cual se alzó como candidata de derechas una señora con discurso podemita"
En ABC, máxima preocuación, pero también división de opiniones sobre las culpas. El chisgarabís multicarné Juan Carlos Girauta culpa a líder del PP, blandengue, casadista… y hasta de Podemos: “Guardiola debe de referirse a su visión política personal cuando habla, ya que su postura es una impugnación contra todos los compañeros que sí han pactado con Vox, esto es, todos los que acertadamente consideran que, a la hora de ponerse de acuerdo con otro partido, solo comparten sensibilidad con Vox, que es exactamente lo contrario de lo que le sucede a ella. Permanece en el más absoluto misterio la razón por la cual se alzó como candidata de derechas una señora con discurso podemita”.
Enfrente, sin embargo, Salvador Sostres revuelve su zurriago contra Vox, que no deja de jorobar la marrana: “Cuando más Alberto Núñez Feijóo necesita calma y pocos errores no forzados para derrotar al sanchismo, Vox se pone a organizar folklores petarderos sin otro propósito que el de marcar territorio al modo animal del orín y el excremento. Esto es Vox, este balón de oxígeno a Pedro Sánchez, esta profunda dejación de España”.
"[María Guardiola] tiene una idea de sí misma ridículamente endiosada, es soberbia, miente y no percibe la realidad tal y como es"
En Vopózpuli, sin embargo, Irene González no ve otra mala malísima que Guardiola. Observen la colección de sopapos en unas pocas líneas: “La señora del PP de Extremadura se ha presentado al mundo hablando de ella y de sus virtudes personales como si tuviese una misión anunciada por algún mesías de ser «el dique de contención del fascismo» en Extremadura. Su personalidad recuerda a la narcisista de Pedro Sánchez, pero en mujer. Tiene una idea de sí misma ridículamente endiosada, es soberbia, miente y no percibe la realidad tal y como es”.
"Guardiola habla, piensa, se mueve, discute, se planta y decide como si Extremadura fuera su finca y Yolanda Díaz e Irene Montero, de nuevo abrazadas, sus socias en la propiedad"
En esa misma línea, Alfonso Ussía regurgita en El Debate su segunda golpiza a Guardiola en menos de una semana: “Lo de la rubita de Extremadura y la inacción de Feijóo no es comprensible. A esta mujer del sector más acomplejado del PP, su situación le viene muy grande. No sabe lo que tiene entre manos e ignora el inmenso daño que puede ocasionar al cambio político que los españoles reclaman. Tiene chulería, aplomo y soberbia, pero nada más. Sucede que la señora Guardiola habla, piensa, se mueve, discute, se planta y decide como si Extremadura fuera su finca y Yolanda Díaz e Irene Montero, de nuevo abrazadas, sus socias en la propiedad”.