Pues sí, el mejor resumen del giro de último segundo que evitó un gobierno soberanista en la capital catalana pertenece al imputado de la Kitchen, Jorge Fernández Díaz, que titula así su pieza festejatoria en La Razón: “Barcelona, antes roja que rota”.
"Al parecer, ya estaba previsto ir con el alcalde a rendir pleitesía al prófugo de Waterloo, con la plana mayor de Junts y ERC"
Según el autor de la frase “la fiscalía te lo afina”, entregar a un socialista la ciudad condal es el mal menor: “El horizonte de una Barcelona gobernada por el separatismo volviendo a su activismo «procesista» ante un eventual gobierno de España del PP y Vox, ha sido determinante para la decisión última. Al parecer, ya estaba previsto ir con el alcalde a rendir pleitesía al prófugo de Waterloo, con la plana mayor de Junts y ERC, que, encabezados por Laura Borrás y Junqueras respectivamente, se quedaron en el «Saló de Cent » de la «Casa Gran» con un palmo de narices acompañando a un Trias enrabietado y colérico”. Procede recordar que la policía patriótica de los tiempos en que Fernández Díaz era ministro de Interior trató de enmarronar a Trías con falsas cuentas en Suiza.
Siguiendo con las celebraciones por impedir que el ogro procesista gobernara Barcelona, Ignacio Camacho da unas palmaditas en la espalda a Núñez Feijóo en ABC: “Por fortuna el PP, escaldado por el error de Valencia, hizo esta vez lo correcto, aunque en el último momento y no sin antes sentir la tentación de pensar que permitir la investidura del candidato de Junts le podría ofrecer un cierto rédito entre esos barceloneses autoconsiderados de centro. El tiempo de duda se hizo eterno; Feijóo estuvo a punto de completar la semana con otro desacierto. Alguien de su entorno debería mostrarle el vídeo del discurso”.
"Inteligente Feijóo, tenaz Collboni, sensata Colau"
José García Domínguez se suma al elogio al gallego desde Libertad Digital. Y hasta tiene una palabra laudatoria para Ada Colau. Según él, se ha puesto muy cuesta arriba el triunfo del próximo procés: “Poco se ha reparado en lo muy diferente que hubiera resultado el desenlace de la asonada si los insurrectos hubiesen dispuesto de una administración tan importante como el Ayuntamiento de Barcelona. Pero todos los que estábamos allí el 1 de Octubre lo sabemos. Y por eso no albergábamos ninguna duda sobre la necesidad de apoyar a Collboni frente a la santa alianza de los separatistas con ese falso moderado, el viejo hipócrita de Trias, como caballo de Troya. Inteligente Feijóo, tenaz Collboni, sensata Colau”.
En El Mundo, el editorialista se felicita por el sentido de Estado y aplaude el triunfo de la moderación. Como imaginan, moderación es que Junts y ERC no gobiernen Barcelona: “Jaume Collboni (PSC) será el alcalde gracias al respaldo del PP, que obtiene el triunfo añadido de apartar a Ada Colau gracias a la valentía negociadora de Daniel Sirera. Los populares, gracias a su sentido de Estado, dan un gran paso adelante para representar el espacio constitucionalista que correspondía a Cs en Cataluña. Además, junto al gesto de Vitoria, donde también entregaron la Alcaldía al PSOE para evitar a Bildu, se cargan de autoridad moral para establecer un precedente que condicionará de aquí en adelante las alianzas de los socialistas con el independentismo”.
"El PP, con este gesto, ha vuelto de tener su sitio en Cataluña y ha logrado el desembarco"
La idea es la misma que lanza al viento Raúl del Pozo desde la contra del diario de Unedisa: “Lo más importante para el futuro del mapa de España es que una de las fuerzas que gobiernan esta nación ha acertado al apoyar a la otra, aunque dejando sin política al PSOE. El PP, con este gesto, ha vuelto de tener su sitio en Cataluña y ha logrado el desembarco. También el partido de Feijóo ha impedido que Bildu gobernase en Vitoria y en otras alcaldías vascas”. La propinilla vasca, que no falte.
A la nómina de amanuenses contentos se suma Pedro J. Ramírez en el equivalente al editorial de El Español. El motivo añadido para su goce es el desalojo de Ada Colau: “Prestando sus votos a Jaume Collboni con la única condición de que los comunes no formaran parte del equipo de gobierno municipal, el PP de Daniel Sirera ha contribuido a neutralizar el frente independentista de Xavier Trias y Ernest Maragall. Y al sumar sus cuatro concejales a los diez del PSC y a los nueve de los comunes, ha logrado al mismo tiempo evitar que la segunda ciudad española se convirtiera en la capital olímpica del separatismo catalán, y desalojar a Ada Colau de la alcaldía, cerrando así una etapa nefasta de ocho años en Barcelona”.
En El Confidencial, Javier Caraballo toca la lira en honor del triunfo de Tabarnia: “Ahí está Barcelona, con la elección a última hora de un alcalde socialista, cuando el independentismo se lamía el triunfo, también inesperado, de un acuerdo de Esquerra Republicana y Junts per Puigdemont. Nadie hubiera apostado porque los votos del Partido Popular hicieran alcalde al socialista Collboni, con la cuadratura imposible del apoyo simultáneo de los Comunes. Tabarnia, esa Ítaca idealizada por los catalanes que se sienten españoles. El asalto de Tabarnia, que es la puntilla última al proceloso procés”.
La militante popular Pilar Marcos se pone la venda antes de tener la herida para lamentar que su partido no recibirá las gracias de los beneficiados. He aquí sus palabras en The Objective. También con morcilla vasca, como verán: “Con toda probabilidad, y al igual que el lehendakari Patxi López en su momento, el alcalde Collboni nunca perdonará al PP el inmerecido obsequio que recibió un 17 de junio en Barcelona. Ni él, ni Sánchez, ni el PSOE. Ni lo perdonarán ni lo entenderán porque les resulta impensable la opción recíproca: que el PSOE votase a un candidato del PP para evitar nada, por muy indeseable que cacareen que les parece. Y hay que ser muy Patxi (¡pero mucho!) para que el cacareo te lleve a equiparar al partido de Ortega Lara con el de sus secuestradores”.
Terminamos con un columnero diestro que se manifiesta disidente. Por lo que sea, a Miquel Giménez, azote del soberanismo, Trías le cae bien. De hecho, lo prefiere a Collboni, y tal cual lo larga en Vozpópuli: “El resultado de apoyar a Collboni es que uno del PSC es alcalde de Barcelona. Uno de Sánchez. Uno que presume de pertenecer a un partido que está por la inmersión lingüística, que ha indultado a los golpistas catalanes, que defiende la mesa de diálogo con los separatistas, que aprueba que si se celebrase algún referéndum debería respetarse el resultado, que en España existen varias naciones —Iceta, el gran protector de Collboni, dixit—, que gobierna con Junts y Esquerra en diputaciones, ayuntamientos y en el gobierno de la nación”.