Hoy toca dosis de recuerdo. Lo normal, lo correcto, lo deseable y lo que librará a España de todos sus males es que PP y Vox hagan piña, como en Valencia. ¿Y como en Murcia, donde los de Feijóo se han sacudido a los abascálidos? Bueno, ahí corran un tupido velo y céntrense en lo importante: la santa alianza a la valenciana es la vía para derogar el sanchismo.

"Los de Feijoo actuarían cual auténticos zoquetes rechazando unas gobernanzas que no les reportan problema de ningún tipo ante su electorado"

José Antonio Vera (La Razón)

No aprovechar la coyuntura sería de tontos, viene a decir casi literalmente José Antonio Vera en La Razón: “Los de Feijoo actuarían cual auténticos zoquetes rechazando unas gobernanzas que no les reportan problema de ningún tipo ante su electorado. En Castilla y León, tanto populares como verdes consiguieron más votos en las últimas municipales que en las autonómicas. Los votantes no les penalizaron sino al contrario: les han premiado. Y es una realidad que esos mismos votantes no entenderían que ambos partidos no se arreglen allí donde sumando pueden gobernar, desplazando al PSOE y sus socios ultras de los gobiernos regionales y locales”.

Ahí ya salía el punto número cero del argumentario. Si pactar con Vox está feo, mucho peor está hacerlo con otros, que encima van dando lecciones. Así lo machaca el editorialista del diario azulón: “Un partido como el PP, que fue objeto de un inicuo «cordón sanitario» promovido por partidos de izquierda y nacionalistas con, prácticamente, el mismo argumentario con el que se niega el pedigrí democrático a Vox, debería estar ya curtido ante la maniobras propagandísticas del PSOE y actuar desde sus propios intereses, que son, ciertamente, los de sus electores”.

Si prefieren una versión más clara, también en el mismo diario, se la aporta el señor de la Kitchen, Jorge Fernández Díaz, con su habitual prosopopeya: “Está fuera de lugar la comparación de Vox con cualquiera de los socios y aliados del PSOE que componen el sanchismo, la mayoría de ellos alimentados en las ubres del comunismo, ideología –no se olvide– condenada por el PE junto al nazismo. Vox –no se olvide tampoco– es una escisión del PP, con el humanismo cristiano en su identidad política de manera destacada, no sometiéndose (de momento) al dogma de la corrección política de la ideología de género”.

En El Confidencial, Ignacio Varela le da otra vuelta de tuerca al ‘y tú más’ justificatorio: “Está cargado de razón el Partido Popular cuando argumenta que es ventajista y abusivo que el PSOE pretenda tener barra libre para una política orgiástica de alianzas sin límite, alcanzando a partidos abiertamente beligerantes con la Constitución, y a la vez pretenda condenar al PP a la abstinencia estricta y obligarlo a gobernar únicamente donde consiga la mayoría absoluta, gane o pierda las elecciones. Que el sanchismo exija cinturones sanitarios de castidad en el campo ajeno mientras practica la poligamia más impúdica en el suyo contiene un intento odioso de impedir en la práctica la alternancia en el poder”.

"El PSOE, ese partido que es capaz de pactar con Podemos, Bildu, ERC y nacionalistas de todo pelaje y condición, dando lecciones al PP."

Álvaro Nieto (The Objective)

¿Todavía no han captado la idea? No se preocupen, que el director de The Objective, Álvaro Nieto, le sirve otra ración de lo mismo: “Lo más alucinante de todo esto es que, mientras Sánchez rechaza llegar a algún tipo de acuerdo con el PP, critica con dureza que los populares busquen otras alternativas a su derecha. El PSOE, ese partido que es capaz de pactar con Podemos, Bildu, ERC y nacionalistas de todo pelaje y condición, dando lecciones al PP. Lo que nos faltaba por ver”.

"PP y Vox son complementarios y su sintonía es imprescindible para darle a España una alternativa seria"

Editorial de El Debate

Y ya ahora que ya ha quedado clara esa matraca, viene la definitiva. Los de Feijóo y los de Abascal son tal para cual. Así lo pregona, por ejemplo, el editorialista de El Debate: “PP y Vox son complementarios y su sintonía es imprescindible para darle a España una alternativa seria, reformista, solvente y alejada del sectarismo aventurero de una coalición variopinta, sin un programa común y cohesionada exclusivamente por la conservación de un poder malgastado en objetivos disgregadores y contraproducentes”.

Además, corre a añadir el director de ABC, Julián Quirós, ambas formaciones está en un momento dulce: “Desde el 28M estamos viendo un Vox mesurado, defensivo, que reclama lo suyo y se queja de mal trato, mientras el PP despliega una gallardía y unas maneras resueltas que hace años que no usaba. La sombra de un voto útil en ascenso parece estar detrás de ambos cambios de comportamiento”.

Lástima que tenga que venir el columnero gamberro del vetusto diario Salvador Sostres con la rebaja. Vean lo que opina el gachó de los de Abascal: “Vox es un partido tonto. No entiende la realidad ni mucho menos el poder. No está interesado en los españoles sino en sus majaderías ideológicas. Sus votantes no son todos tontos, pero desde luego hacen el tonto cuando derrapan al extremo en lugar de reforzar el centro. Los votantes no siempre tienen razón. De hecho, casi nunca la tienen”.