El último giro a cuenta de la gresca por las listas de EH Bildu tiene un punto divertido. Ahora resulta que Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso se han enzarzado por un quítame allá esas ilegalizaciones. ¿Va arecibir el teórico líder del PP la misma medicina que su antecesor, Pablo Casado? Veamos qué dice la prensa de orden…
Y empezamos por La Razón, cuyo portadista se ha tomado últimamente el suero de la sinceridad y viene contando con desparpajo lo que ocurre. Así, hoy nos explica que la bronca forma parte de un guion y tiene como objetivo ganar votos. Tal cual, se lo juro: “Feijóo y Ayuso cruzan mensaje sobre Bildu para subir votos”. Y todavía se nos aclara que el PP en pleno está en el ajo: “La presidenta madrileña se diferencia de Génova para competir con Vox. El partido lo valida «siempre que no pase de ahí» y tras el 28-M los matices se disuelvan”.
La información del interior es un derroche de descaro: “Bildu ha servido de trampolín para que Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, y Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, entonen melodías distintas en plena campaña electoral. La presidenta adopta el discurso más duro contra Bildu, que incluye la exigencia de que se estudie incluso la ilegalización del partido. Génova la deja volar por libre, aunque no sigue su camino y modula su postura para ajustarla al criterio más técnico y jurídico”.
"Isabel Díaz Ayuso ha optado por radicalizar su discurso, consciente de que necesita arañar unos cuantos votos a VOX"
En el mismo diario azulón, Sandra Golpe toma postura a favor del gallego. O en contra de la madrileña, si lo prefieren: “ETA no está viva como organización, España la derrotó, eso lo sabemos todos. Isabel Díaz Ayuso ha optado por radicalizar su discurso, consciente de que necesita arañar unos cuantos votos a VOX para conseguir la mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid”. Luego nos dirán que todo esto es una cuestión de principios y dignidad.
"Ayuso es lo menos sorayo del PP, pero la campaña electoral parece diseñada por la Moncloa"
Desde El Mundo, Federico Jiménez Losantos tercia en favor de su musa, que es la única, según él, que sabe ganarle a la izquierda: “Son ridículas, fruto de los complejos sorayescos del PP, sus llamadas al «votante socialdemócrata». El que había ya se fue a UPyD o a Ciudadanos hace años. Hay tres cuartos de millón que, si el PP va a ganar, lo votan. Eso subió Feijóo tras caer Casado, y no hay más. Sólo en Madrid, y porque Ayuso es lo menos sorayo del PP, pero la campaña electoral parece diseñada por la Moncloa. En el anuncio he creído oír un arpa, que tocará Bolaños”.
El columnero de El Confidencial Ignacio Varela tiene la tesis del simple reparto de papeles. Para atender a todo el espectro del electorado popular hay que vender turrón del duro y del blando: “Yo no veo por ningún sitio la voluntad de Isabel Díaz Ayuso de ir al choque con Alberto Núñez Feijóo, ni viceversa. Al menos, no en este momento, lo que no excluye que tal colisión pudiera producirse en otro contexto y circunstancias. Sencillamente, una y el otro se atienen a sus cometidos respectivos, y lo hacen en los términos convenidos implícitamente cuando llamaron de urgencia al doctor Feijóo para sacar a su partido del agujero en que se había metido”.
"El siguiente objetivo, probable, es invertir el trueque navarro, que Otegi sea lehendakari con el voto socialista"
Aparte de la bronca (o no) enfre Feijóo y Ayuso, lo de las listas dando inspiración a los amanuenses que mojan su pluma en bilis. Aquí tienen, por ejemplo, a Carlos Martínez Gorriarán en Vozpópuli: “Con la planetaria confluencia de Sánchez y hegemonía separatista, los terroristas contumaces han podido renunciar tranquilamente a perpetrar atentados, siempre peligrosos. Es innecesario, porque el gobierno de Sánchez les garantiza la consecución de sus objetivos políticos gracias a que son ¡socios preferentes del Gobierno! Ni en sus más locos sueños húmedos se habían visto en otra así. El siguiente objetivo, probable, es invertir el trueque navarro, que Otegi sea lehendakari con el voto socialista”.
También Antonio Robles agita en Libertad Digital el espantajo del pacto de socialistas y soberanistas para desalojar al PNV de las instituciones. Al hacerlo, demuestra que ni siquiera conoce el nombre de la franquicia del PSOE en Euskadi: “Su indignación social parece directamente proporcional al temor del PNV a perder ante Bildu el gobierno vasco con la ayuda del PSPV. Un PNV que durante décadas vivió de las nueces, puede que pronto lamente la tibieza pasada con ese mundo nacionalista violento. Justicia poética. En Cataluña ya han empezado a padecerla. Esta vez no tendrán a Franco para rescatarlos de su populismo comunista. Lo dicho, justicia poética”.
