UNA parte no pequeña del ultramonte diestro ha arrugado el morro ante la vuelta a la primera línea política de Borja Sémper, recuperado por el mesías en horas bajas Feijóo: “Nombres como el de Íñigo de la Serna o Borja Sémper, que sin ánimo de ofender no le han empatado nunca a nadie, no me parecen lo que necesita un PP que se va a enfrentar a un Gobierno y un PSOE dispuestos a todo”, anotaba despreciativo Carmelo Jordá en Libertad Digital. Su jefe, Federico Jiménez Losantos, aumentaba en El Mundo el desdén sin necesidad siquiera de nombrar al de Irun: “Los sorayistas repiten, al modo Hare Krisna, tres palabras de orden hipnótico: moderación, centro y sosiego. Ellos van duchados y acicalados; ellas también, pero sin peluquería”.
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