Les va a durar el estado de pilonguez a los opinateros diestros, que entre conga y conga, levantan el cubata para brindar por lo próximo, la toma de Moncloa. Aquí tienen a Abel Hernández haciendo de Rappel en La Razón: "Lo que ha pasado en Andalucía es un adelanto de lo que va a pasar en España. Los que, después de esto, no vean que viene un cambio de ciclo, es que están ciegos o cierran los ojos a la realidad y, deslumbrados y anonadados por el histórico acontecimiento, siguen empeñados en lo indefendible".

Es dulce festejar victorias, pero casi tanto o más lo es celebrar derrotas. Sobre todo, si se puede señalar como derrotado al enemigo público número uno, que es lo que hace José Antonio Vera en el periódico azulón: "Eso se ha diluido, y no por obra de Espadas sino por la política frentista de Sánchez. Por los pactos con el podemismo, el separatismo y los bildutarras. Por no haber sabido aprovechar el maná europeo. Por la política de hostigamiento impositivo a autónomos y empresas. Por tanto marketing vacío, tanto maquillar el paro, tanta deuda y tanta inflación. Porque los sueldos no dan ya para nada. Ha ganado Moreno y con él Feijóo, pero el que ha perdido de verdad es Sánchez".

Jorge Vilches también salta y brinca en Vózpuli: "Confirmado: el socialismo es una fábrica de pobres en interés propio. Quizá por esto Andalucía no despegó durante el régimen socialista que ha durado 40 años, porque gobernaban con el freno echado pensando en tener una sociedad dependiente y cautiva del dinero público, asustada de perder la subvención o la paga, votando al mismo Gobierno por la sempiterna crisis. Pero se equivocan. La gente no es tonta. Lo mismo que ha pasado en Andalucía ocurrirá en el resto de España".

Ya ven que seguimos con los adivinos. Pues aquí tienen a otro, Cayetano González, pronosticando el inmiente desalojo e Sánchez: "Lo más relevante en clave nacional –y negar, como han hecho diversos portavoces del PSOE, que el resultado andaluz va a tener esa proyección es no querer aceptar la realidad– es que el tiempo de Sánchez al frente del Gobierno social-comunista se agota o, dicho de otra manera, tiene fecha de caducidad, las próximas elecciones generales, que se resistirá con todas sus fuerzas a adelantar".

Isabel San Sebastián (ABC), con el correspondiente matasuegras y el gorrito de cartón con forma de cono, comparte los vaticinios, pero no se fía de las sucias artes de su odiado enemigo: "Andalucía ha arrojado la primera palada de tierra sobre la tumba política que cavó Madrid en mayo, aunque sería un error confiarse y pensar que todo está hecho. Antes, al contrario, a partir de ahora es preciso extremar la vigilancia y aprestarse para defender las instituciones democráticas con uñas y dientes, porque el condenado podría estar tentado de hacerlas saltar por los aires a fin de salvarse él". Vamos, le está acusando de marcarse un Trump.

Desde El Confidencial, José Antonio Zarzalejos le echa más leña a la hoguera en que la diestra mediática tuesta al presidente español: "La derrota socialista en Andalucía es la denuncia última de cómo el PSOE está siendo destrozado por Pedro Sánchez y sus cómplices. Y la ha gritado el electorado más históricamente fiel a esas siglas. De una manera tan rotunda que resulta ensordecedora. Si con este aldabonazo el presidente del Gobierno no reacciona, es que en Ferraz y en la Moncloa no hay vida política inteligente. Al margen de Adriana Lastra, que, a estos efectos, no computa".

En El Debate, Antonio R, Naranjo aporta su óbolo: "Lo que daba miedo es un Gobierno Frankenstein en Andalucía, con Juan Espadas haciendo de Pedro Sánchez y Podemos y todo lo que le cuelga ejerciendo de ERC y de Bildu. Lo que daba miedo es convertir Andalucía en un juguete de Moncloa y de sus socios, que lo quieren todo para el País Vasco o Cataluña y nada para los demás".

No muy lejos de la anterior colección de exabruptos, esta de Alfonso Ussía, todavía con más vitriolo, que les copio y pego: "Ese aborrecimiento al psicópata hueco que nos gobierna ha detenido el impulso de Vox. Pero Vox ha ganado dos escaños y se ha convertido en la tercera fuerza de Andalucía. Y Santiago Abascal y Macarena Olona han dado un ejemplo de buen perder.Sánchez intentará, desde su probada amoralidad, seguir gobernando con los comunistas, los separatistas catalanes y los herederos de la ETA, pero él sabe que para su bienestar y el de su familia, ha llegado el momento de buscar un nuevo hogar más allá de nuestras fronteras. Le recomiendo Waterloo, que es una localidad bastante alegre y cachonda".

Como postre, una visión más original. Jorge Bustos (El Mundo) habla de "Juanma e Isabel", dos tipos como usted y yo: "El éxito de Ayuso y de Moreno se debe a lo mucho que se parecen a ojos de su electorado. Porque ambos comparten la virtud más buscada en un país ahíto de postureo y empachado de marketing: la autenticidad. Los españoles no tienen ya tragaderas para luchas antifascistas. Necesitan pilotos confiables, que acierten las prioridades y transparenten su misma preocupación cuando otean el peligro. Y los necesitan ya". Continuará.