Martes de pascua, y al digital catolicón El Debate no se le ha pasado el berrinche por la campaña publicitaria de Burger King que utilizaba expresiones bíblicas para promocionar hamburguesas veganas. "La blasfemia de las hamburguesas", se hace cruces casi literalmente Ramón Pérez-Maura. Lo divertido es que este opinatero rebotado de ABC aprovecha para cargar contra su antiguo medio porque supuestamente ha defendido la campaña: "Los blasfemos ya tienen hasta el respaldo de los directivos de la redacción de ABC. Claramente están ganando la batalla. Con perdón, que les vayan dando. A los blasfemos y a los que les respaldan desde medios que durante más de un siglo defendieron valores que ahora pisotean. Debe de ser una forma de cambiar de lectores".
Otro rebotado de varias cabeceras diestras, Alfonso Ussía, le pone dos velas negras a la cadena pecadora: "Burger King no ha perdido conmigo un cliente, porque he tenido el placer de no haberlo sido nunca. Me consta que va a perder muchos más de lo que el imbécil del responsable de sus campañas de publicidad ha calculado. Y de ser así, me alegraría profundamente".
Como no hay dos sin tres, también en El Debate, Antonio R. Naranjo la coge llorona por los anuncios de marras. Lo gracioso es que gasta un párrafo en decir que los católicos no se ofenden y otro en asegurar que no hay mejor desprecio que no hacer aprecio. Y luego termina derrapando con todo: "No se conoce comedor social como los de Cáritas abierto por las Juventudes Socialistas en tiempos de crisis y pandemia; pero no nos faltarán imbéciles vendiendo hamburguesas ateas, persiguiendo sacerdotes encomiables y, con el dodotis rebosante de miedo y silencio, sugiriendo incluso que existen los talibanes buenos".
De las hamburguesas sin carne al gobierno español sin Unidas Podemos que esta mañana ha inspirado unas cuantas columnas. Como saben, todo viene porque en su entrevista de ayer en Antena 3, Pedro Sánchez evitó nombrar a su socio. Y eso es que lo da por finiquitado, sentencia Félix Madero en Vozpópuli: "El presidente dio ayer por amortizado a Podemos y por eso habla ya de gobernar con el espacio de Yolanda Díaz. Pero eso que Sánchez llama "el espacio" es algo que no quiere nombrar porque el espacio de la señora Díaz no es otro que el comunismo. Y que nadie se moleste: es exactamente lo que es, una comunista que en sus ratos libres prologa el Manifiesto Comunista. De su proyecto de amor para España nadie sabe nada".
También tira por ahí el editorialista de El Mundo: "Pero muy orgulloso de su política de alianzas no parece estar cuando ni siquiera se dignó a llamar a su socio por su nombre: se refirió al «espacio que representa» Yolanda Díaz. Es decir, da por amortizada a la formación de Pablo Iglesias al tiempo que oculta su dependencia de Bildu y ERC, enemigos declarados de la Constitución y de la convivencia entre españoles libres e iguales".
Francisco Marhuenda también toma nota del ninguneo presidencial a Podemos, y añade de su cosecha que también marginó al resto de sus socios. Y como el directo de La razón se lo guisa, el director de La Razón se come, porque según él, todo es mentira: "En el manipulado imaginario del presidente han desaparecido Podemos, los independentistas y los herederos de ETA. Estos aliados tan poco recomendables han sido sustituidos por un concepto ideológicamente difuso llamado Yolanda. Es la vieja lucha entre el bien y el mal, Dios y el diablo o el progreso frente a la involución. Es un argumento inconsistente y absurdo, pero no hay que olvidar que solo busca movilizar a la izquierda".
Menos sutil, Isabel San Sebastián (ABC) saca de la ecuación a los morados y se hace un tirabuzón vascongado: "El presidente del Gobierno es incapaz de lidiar el formidable morlaco que está arruinando a los españoles y en lugar de pedir ayuda o reconocer su impotencia marchándose a casa, se esconde tras el burladero de Vox. «¡Que viene el lobo facha!», grita a dúo con Andoni Ortuzar, pope del nacionalismo vasco recogedor de nueces, tan vinculado como él a la única formación política española homologable a una bestia por su historial sanguinario, cuyo nombre es Bildu/Eta".