Se imagina uno el consejo de redacción de La Razón. "¿A que no hay…?", "¡A que sí hay!". Y hubo. El diario azulón ha declarado personajes del año exaequo a las dos lideresas planetarias por excelencia, Angela Merkel y, tatatachán, Isabel Díaz Ayuso. Lean la justificación, a ver si pueden no descuajeringarse de la risa: "Hemos entendido que Isabel Díaz Ayuso y Angela Merkel han sido fenómenos políticos de honda incidencia y resonancia. Dos mujeres con notorias semejanzas y elementos comunes en su discurso y en el ejercicio del servicio público y del patriotismo y también, claro, de singularidades y disparidades propias de su perfil, carácter y biografía. Por encima de la brecha generacional, en ambas brillan sobre otras consideraciones no menores su defensa y su compromiso con la libertad individual y los valores que de ella emanan".
Pero no se vayan todavía, que aún más. Esa es la justificación en el editorial. Dos páginas después, un tipo que atiende por Sergi Sol saca la lira en un juego floral titulado "Ayuso, la tierra para quien se la trabaja". Debajo, quintales de melaza de este calibre: "Su chispa arrasó al soso Gabilondo, se lo merendó de un bocado y encandiló a unos madrileños que premiaron su tesón libertario frente a la cerrazón predicada por el Gobierno de España. Pero no sólo era su gestión de la crisis provocada por el Covid. Era su desparpajo, su atrevimiento, sus salidas de tono. Ante tanta contención, ante tanta gestualidad de la corrección, Ayuso ofrece su incontenible naturalidad y una actitud rebelde, insolente, desafiante. Se soltó entonces, atizando a un Gobierno sin oposición para regocijo de una derecha triste, ávida de alegrías".
Fernández Díaz y Arcadi Espada, machitos a estribor
Y si Ayuso es la gran diosa, la inmensa diablesa es Yolanda Díaz. Tres columneros del diario del converso al negacionismo Marhuenda (luego les cuento) atizan hy a la vicepresidenta. Uno de ellos, el exministro kitchenero Jorge Fernández Díaz lo hace ebrio de abrótano macho: "No estoy seguro de que a Rufián, Esteban y sobre todo Otegui, les basten sus encantos para convencerles, como sí parece haber sucedido con el señor Garamendi según se aprecia en la emotiva fotografía que circula".
Esa melonada casposa ni siquiera le sirve al de "la fiscalía te lo afina" para ganar el concurso de machirulismo rancio de hoy. El galardón es para el multi reincidente Arcadi Espada, que hoy se saca literalmente de la entrepierna una pieza titulada "Los que tienen huevos o no". Eso ya indica por dónde a derrotar el cipotudo Espada. Habla sobre deporte femenino: "Un deporte, por cierto, que compite con el masculino no por las razones objetivas -velocidad, fuerza, potencia- que hacen a un deportista mejor que otro, sino por razones vinculadas a la belleza, la gracia y la seducción. Esto que tanto les cuesta entender, por ejemplo, a los que critican las vestimentas de las mujeres en el voleibol, el balonmano u otros deportes: que prueben a hacerlas jugar con burka". Puagh.
Pablo Iglesias, premiado por sus servicios a la Corona
En el chiringuito digital El Debate, la gracieta del momento es (y no digo que no falten motivos) sobre la concesión de la cruz de Carlos III a Pablo Iglesias. Ramón Pérez Maura, monárquico de los de corbata verde, está que trina: "Intentan desmontar este país peldaño a peldaño porque saben que derribarlo por explosión resulta especialmente complicado. Ayer tuvimos la noticia de la concesión de la Orden de Carlos III a todos los exministros de gobiernos presididos por Pedro Sánchez. Que el decreto de concesión a Pablo Iglesias lo firme el Rey «Queriendo dar muestra de Mi Real aprecio» es un insulto a la inteligencia".
Su compañero Antonio R. Naranjo, sin embargo, se lo toma a guasa: "Iglesias tendrá un título hereditario concedido por el Rey, aprobado por el Papa, de origen militar y en reconocimiento a su españolidad. No es de descartar, visto esto, que Belén Esteban acabe ocupando el sillón Ñ de la Academia; Jack el Destripador sea nombrado presidente del Colegio de Médicos y Cristina Almeida se convierta en la imagen publicitaria de Biomanán".
Marhuenda en su lazareto
Cierro cumpliendo la promesa que le he hecho unos párrafos atrás. Ahora que ha contraído el covid, Francisco Marhuenda va virando a uno de los varios tipos de negacionismo que nos asolan. Sostiene el individuo que es un sindiós que le prohíban salir por ahí a contagiar a sus prójimos. Y cuando lean cómo lo dice, verán que he sido muy benévolo al glosarlo: "La salida fácil es el confinamiento, el teletrabajo y que el papá Estado pague la factura, aunque la gente no es consciente de que no hay un pozo de petróleo inagotable que financie la enorme deuda pública y empresarial que asumimos. El confinamiento me recuerda a los lazaretos y a las medidas medievales cuando no existían los medios que ha traído la actual Revolución Tecnológica".