El felizómetro diestro apunta hacia arriba, señalando al nuevo líder. "Un partido unido y fuerte capaz de rescatar a los españoles de la ruina", titula La Razón en primera bajo la fotografía del autor de la frase, el líder consagrado Pablo Casado, en su baño de multitudes de Valencia. "Liderazgo y unidad para ganar el Gobierno", festeja el editorial.
El director, Francisco Marhuenda, titula con el matasuegras el los labios: "El triunfo del casadismo". Está pletorico y en primer tiempo de saludo al coleccionista de másteres de pega: "La Convención del PP ha servido para consagrar a Casado y su proyecto para llegar a La Moncloa. Es difícil no reconocer el éxito organizativo recorriendo cinco ciudades esta semana y mostrando la potencia ideológica de la alternativa al gobierno socialista comunista".
El titular de primera de ABC es sorprendentemente neutro. "Casado anuncia la convención del PP como el inicio del cambio", se lee junto a la fotografía del aludido. La cosa toma más temperatura en la segunda portadilla, donde está el artículo del director, Julián Quirós, que pone traje de luces al palentino: "Del coso de la calle Játiva se sale a hombros o directo a la enfermería, como corresponde. Y Casado colgó ayer aquello del ‘no hay billetes’. Triunfó. Es una señal inequívoca de cambio de ciclo, un termómetro preciso del giro en la opinión pública". ¡Torero, torero!, le ha faltado redondear.
Con el mismo júbilo, el editorialista del vetusto diario titula pontificando: "El PP gana cuando suma". En el texto, los dedos se vuelven huéspedes imaginando la rconsquista de Moncloa: "La Convención del Partido Popular terminó ayer en Valencia con una imagen histórica para esta formación: la de un lleno total de la plaza de toros valenciana que tantas veces anunció éxitos electorales de los populares. Pablo Casado ha terminado la Convención con los deberes hechos y bien hechos".
Más algarabía en El Mundo. "Casado ilusiona a un PP unido" titula en su primera. En el editorial el encabezado es aun más brioso: "Pablo Casado, la alternativa posible al sanchismo". Como apoyo, las promesas del encumbrado: "El líder nacional del PP presentó en un encendido discurso un proyecto para España que resitúa a la formación en su versión más clásica, con medidas como la bajada de todos los impuestos, la liberalización del suelo, la despolitización de la Justicia, la derogación de las leyes de memoria democrática y educación sanchistas, o promesas como la de cortar la financiación a Bildu y recentralizar prisiones, justo cuando se acaba de producir el traspaso al Gobierno Vasco de la competencia penitenciaria".
De Vózpuli, El Confidencial y el recién nacido El Debate, lo que llama la atención es el escaso relieve que se le da al asunto. Quizá sea solo falta de cintura. Veremos mañana. Y en cuanto al digital El Españoll de Pedro J. Ramírez, la alegría es contenida. "Pablo Casado consolida su liderazgo", es el encabeza de un editorial que no pasa por alto los patinazos de los últimos siete días: "Pablo Casado cerró ayer la convención nacional del PP con un discurso convincente, sólido y cargado de propuestas que no sólo generó entusiasmo entre los suyos, sino que le inoculó la dosis de autoestima necesaria tras días de especulaciones y tropiezos".
Hemos dejado para el final al irreductible Federico Jiménez Losantos, que en su filípica de Libertad Digital saca el escapulario de su lideresa, Isabel Díaz Ayuso, que se apartó rumbosamente por el bien del objetivo: "Y si se ovacionó con estrépito fue por el alivio de ver a la presidenta de Madrid perdonarle la vida al presidente del PP y aspirante a la Moncloa, que estaba a su merced. Hubiera sido tal vez malo para la propia Ayuso, y si no tuviera otra aspiración que la de presidir Madrid tenía la ocasión, la tentación y argumentos de sobra para triturarlo. No lo hizo y se le agradeció".