Tuvieron que pasar 265 años para que la Real Academia Española tuviese en cuenta a la mujeres. Desde su fundación, en 1713, la Real Academia tenía cerradas las puertas a las escritoras. Aunque fueron varias las mujeres que intentaron formar parte de esta institución a lo largo de su historia, no fue hasta 1978 -aunque tomó posesión en 1979- cuando por fin se aceptó la presencia femenina con el ingreso de Carmen Conde Abellán. Tras la votación de los académicos, pasó a ocupar el sillón de la letra K -las sillas se distribuyen de acuerdo a las letras del alfabeto; inicialmente eran 24, designadas con letras mayúsculas, pero después, con la necesidad de ampliar el número de sillas, se incorporaron las minúsculas. Las plazas son vitalicias, en total hay 46, y como curiosidad, no tienen representación la v, w, x, y, z, Ñ, W y Y-.
Poeta, cuentista y dramaturga, Carmen Conde hizo historia con su ingreso en la Academia, donde ocupó la silla vacía del fallecido Miguel Mihura. En su discurso de ingreso, que tuvo lugar el 28 de enero de 1979 y llevaba por título Poesía ante el tiempo y la inmortalidad, quiso no solo dedicar unas palabras a su antecesor, sino recordar a todos los presentes que otras grandes escritoras como Gertrudis Gómez de Avellaneda, Emilia Pardo Bazán o María Moliner, por el simple hecho de ser mujeres, se les había negado su sillón en la Academia. “Vuestra noble decisión pone fin a una, tan injusta como vetusta discriminación literaria”, fueron sus palabras.
Carmen Conde nació en 1907 en Cartagena, pero a los seis años se trasladó con su familia a Melilla, donde vivió hasta 1920. Los recuerdos de esta época están recogidos en el libro Empezando la vida: memorias de una infancia en Marruecos. Al volver a su ciudad natal, empezó sus estudios de Magisterio y a colaborar en la prensa local. Tras estudiar Magisterio, y Filosofía y Letras, en 1939 se estableció en Madrid. Se casó con el poeta Antonio Oliver Belmás, con quien fundó y dirigió la Universidad Popular de Cartagena y el Archivo Semanario de Rubén Darío en la Universidad Central de Madrid. También mantuvo relaciones con las poetas Ernestina Champourcin y Amanda Junquera.
Como autora, empezó a escribir artículos de prensa con solo 15 años, y a los 22 publicó su primer poemario, Brocal, al que siguieron más de un centenar de libros, entre ellos varios de divulgación, como Por la escuela renovada, novelas como Creció espesa la yerba, literatura infantil, como Doña Centenito, gata salvaje: libro de su vida; y ensayos como Juan Ramón Jiménez: ensayo crítico.
Sin embargo, más que por sus escritos, Carmen Conde ha pasado a la historia por ser la primera mujer en entrar en la Real Academia. Lo hizo cuando contaba 72 años y aunque solo diez años después empezó a manifestar síntomas de Alzheimer, se mantuvo activa varios años más. En 1987 le fue concedido el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por Canciones de nana y desvelo. Finalmente, murió el 8 de enero de 1996 en Madrid.
Su sillón en la Real Academia Española lo ocupó años después, en 1998, otra mujer, Ana María Matute.
Las ‘rechazadas’
En toda su historia, la RAE solo ha aceptado la entrada como académicas de unas pocas mujeres, la mayoría ya en el siglo XXI. Especialmente llamativos fueron los rechazos que recibieron Gertrudis Gómez de Avellaneda, Emilia Pardo Bazán y María Moliner, pero a esta lista hay que sumar otros tantos como Elena Quiroga de Abarca, Concha Espina, Blanca de los Ríos...
Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814-1873)
Fue la primera mujer que intentó ingresar en la Real Academia en 1853, pero fue rechazada con el argumento de que el reglamento de la institución no contemplaba la entrada de mujeres.
Desde bien joven quiso dedicarse a la poesía y pronto empezó a frecuentar los círculos intelectuales y literarios, donde logró ser reconocida como poeta y dramaturga. Contaba entre sus amistades con José Zorrilla, el duque de Rivas... Sin embargo, todas aquellas amistades le dieron la espalda cuando intentó ingresar en la RAE.
Emilia Pardo Bazán (1851-1921)
“Si en mi tarjeta pusiera Emilio en lugar de Emilia qué diferente hubiera sido mi vida”. Con esta frase se puede resumir la frustración que sintió Emilia Pardo Bazán cada vez que recibió un portazo en su intento por entrar en la Real Academia. Porque no fue solo una vez, sino hasta tres las ocasiones en que la autora de Los pazos de Ulloa fue rechazada. Aunque en vida nunca pudo ocupar su deseada silla, en la actualidad la han sentado en la inexistente silla 47. El pasado 2021, Santiago Muñoz Machado, director de la RAE, en un homenaje a Pardo Bazán en el centenario de su muerte, lamentó el daño que se hizo en su día a la escritora, periodista y feminista Emilia Pardo Bazán al no permitirle ser académica por el hecho de ser mujer, e indicó que aunque no se puede “enmendar la historia”, la escritora debería sentarse en su simbólica silla 47.
María Moliner (1900-1981)
Su caso también fue llamativo porque podía haberse convertido en la primera mujer en entrar en la RAE en 1972. La habían propuesto Dámaso Alonso, Rafael Lapesa y Pedro Laín Entralgo, pero finalmente fue rechazada. Sin embargo, su trabajo no fue en balde, y la filóloga y lexicógrafa aragonesa ha pasado a la Historia por su Diccionario del Uso del Español, que sigue siendo una obra de referencia hoy en día.
Asunción Gómez-Pérez, la última en llegar
Quién es. Nació en Azuaga (Badajoz) en 1967. Es investigadora y académica española especialista en inteligencia artificial. En abril de 2022 fue elegida para ocupar la silla q de la RAE. Es vicerrectora de Investigación, Innovación y Doctorado y catedrática de la Universidad Politécnica de Madrid.
Su antecesor. Sucede en la silla q al filólogo, dialectólogo y crítico Gregorio Salvador, que falleció el 26 de diciembre de 2020.
Entrada en la RAE. Asunción Gómez-Pérez tomó posesión el pasado 21 de mayo de 2023, leyendo su discurso titulado Inteligencia Artificial y lengua española. En la imagen inferior aparece posando con la medalla y el diploma de académica, recibido tras la lectura de su discurso de ingreso.
Situación actual. De los 46 sillones con los que cuenta la Academia, en la actualidad sólo están ocupados 43, de los cuales 33 pertenecen a hombres y 10 a mujeres (queda pendiente de leer su discurso y tomar posesión la novelista Clara Sánchez, elegida el pasado 23 de marzo para ocupar la silla X).