No fue nada fácil, pero lo hizo. Félix Lascaray, CEO de Lascaray-LEA, apenas unas horas después del incendio de la nave de la empresa en Portal de Arriaga, compareció delante de la misma, rodeado de micrófonos, para lanzar el mensaje de que “como comprenderéis, estamos absolutamente desolados”. Hablaba en nombre de toda la familia y de todas las personas empleadas. “Lo que ocurrió ayer fue algo gravísimo y estamos ahora mismo intentando valorar cuáles son los daños. Todavía no podemos entrar, con lo cual, no podemos valorar exactamente la magnitud del daño, pero nos podemos hacer a la idea”, decía.

"El protocolo antiincendios se cumplió a la perfección y en menos de un minuto estábamos todos fuera, con lo cual, actuaron de una manera ejemplar"

Por eso, solo quedaba estudiar las causas “que todavía estaban en investigación”, como remarcó, y hacer un agradecimiento público a toda la plantilla por “cómo se comportó en el momento en el que se produjo el incendio.

El protocolo antiincendios se cumplió a la perfección y en menos de un minuto estábamos todos fuera, con lo cual, actuaron de una manera ejemplar”. También tuvo palabras para los vecinos “que en todo momento entendieron la situación”. Y para las fuerzas de seguridad, que hicieron “un trabajo extraordinario.

Auténticos héroes que intentaron salvar todo lo posible”. Y a todas las instituciones que les apoyaron en ese difícil momento. Seis meses después de todo aquello, Lascaray no para de conceder entrevistas, al tiempo que intenta reconstruir la empresa. Y pese a ese trajín, hace un hueco en su frenética agenda para atender a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA en estos días, que, para más inri, coinciden con la intensa época navideña de pedidos.

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En imágenes: Se desata un gran incendio en la fábrica LEA con una gran humareda visible en distintos puntos de Vitoria

¿Qué supone este premio?

Es un reconocimiento a todos que formamos la familia Lascaray–LEA que, a su vez, provoca un sentimiento de orgullo por la implicación y compromiso de todo el equipo humano y profesional.

Este galardón es por su capacidad para volver a la actividad tras el incendio. ¿Con qué cosas positivas se queda de todo esto?

Varias. Para empezar y la fundamental, con que solo hubiera que lamentar daños materiales porque lo más importante son nuestras personas; con la capacidad de adaptación y resiliencia que ha dado su 120% para renacer en tiempo récord; con el apoyo de clientes, proveedores, personas anónimas… de las instituciones (desde el Ayuntamiento, pasando por la Diputación al Gobierno Vasco). En definitiva, el calor que hemos recibido ha sido una mano de apoyo en la espalda.

“Este premio de Álava+ Sariak supone un reconocimiento a todos los que formamos la familia Lascaray–LEA”

Los consumidores también han apoyado a la empresa en estos difíciles momentos. ¿Lo notaron con aumento de pedidos?

Es algo que nos sorprendió, pero así fue. La gente demostró también su solidaridad yendo a comprar nuestros productos. Es algo que nos emocionó mucho.

Seis meses después de todo aquello, Lascaray no para de conceder entrevistas, al tiempo que intenta reconstruir la empresa.

¿Cómo recuerda el día del incendio?

Fue algo terrible, con una sensación de impotencia porque todo el trabajo de tantos años se estaba quemando y haciendo cenizas. En todo caso, nunca llegué a pensar en que eso ponía punto final a la empresa.

Ahora está en una ubicación temporal en Gamarra, pero la idea es una nueva planta en Júndiz. ¿Servirá la nueva localización para ganar en sostenibilidad y metros cuadrados?

Ese es el objetivo y el reto que nos hemos marcado. En nuestra hoja de ruta está construir una nueva y moderna planta que implemente las más avanzadas soluciones en todos los campos y, por supuesto, también en el relativo a la sostenibilidad.

Incendio en fábrica LEA de Vitoria

Incendio en fábrica LEA de Vitoria Cedido

¿Y de qué manera afrontan esta campaña de Navidad?

Haciendo frente a todos los pedidos y con toda la normalidad que nos ha permitido la reanudación de la producción.

“La gente demostró también su solidaridad yendo a comprar nuestros productos”

¿Cómo surgió la idea de crear esta empresa, la más antigua de Euskadi?

Lascaray S.A. se fundó en 1823. Fue Juan Bernardo Lascaray quien, procedente de Ciboure (Francia), llega a Vitoria-Gasteiz para arrendar entonces una pequeña fábrica de velas de sebo en el barrio de El Prado para dedicarse a la fabricación de estos productos.

¿Cuántos empleados tenía en esos primeros años y qué productos fueron los primeros en fabricar?

Entonces apenas eran un puñado de personas y comenzaron fabricando velas de sebo.

“La hoja de ruta es construir una nueva y moderna planta que implemente las más avanzadas soluciones”

¿Qué aportaron los mismos a la sociedad de aquella época?

Aunque parezca nimio, visto desde el siglo XXI, lo que aportaban es luz. Entonces no existía la electricidad y las velas eran las únicas que alumbraban casas, calles y equipaban a los carruajes de la época como los faros de hoy en día.

¿Cómo ha cambiado su línea de productos hasta hoy y también en número?

El cambio tiene que ver con la adaptación a los tiempos. Con la segunda generación se pone en marcha en 1847 una nueva factoría, esta vez bajo la denominación de La Estrella Alavesa (LEA), y arrancamos a fabricar bujías esteáricas y jabón de oleína, adentrándonos entonces en la jabonería y la detergencia. De entonces es el popular jabón de Marfil. En 1973 se produce el traslado al Polígono Industrial de Arriaga e incorporamos desde Europa técnicas de fabricación pioneras como el desdoblamiento a presión, el prensado hidráulico o la recuperación de la glicerina. Esto ha permitido durante todo este tiempo ampliar nuestro portfolio con más de 700 referencias en el sector de la perfumería y cosmética bajo la conocida marca LEA.