La entrada de casa suele convertirse en una pequeña carta de presentación. Abrir la puerta y encontrar un espacio ordenado, bonito y acogedor dice mucho más de lo que parece. Sin embargo, no es una tarea fácil, porque suelen ser habitáculos muy pequeños que complican la decoración.
Pero lo cierto es que el recibidor ofrece mil y una oportunidades, y sin grandes inversiones ni reformas se pueden conseguir grandes resultados. Antes de nada, se debe tener en cuenta que hay una serie de elementos básicos que no deben faltar en este espacio para que sea realmente práctico. Estas piezas son, por ejemplo, un espejo para echarnos un vistazo antes de salir de casa. Puede ser uno que vaya de suelo a techo para dar sensación de amplitud, o uno pequeño que se convierta en un elemento decorativo de la pared. Por otro lado, una estantería es imprescindible para dejar las llaves, móvil... y si se dispone de más espacio, mejor una consola o pequeño armario para guardar el abrigo, el bolso e incluso los zapatos, porque descalzarse al llegar a casa es una práctica recomendada por motivos de higiene, ya que los zapatos pueden transportar bacterias, gérmenes y suciedad del exterior.
Una vez analizado el lado práctico toca buscar un estilo acorde con el resto de la decoración de casa. El color de la pared es clave, y se puede optar por pintar en tonos más o menos llamativos o colocar un papel con un bonito estampado que ayude a crear un ambiente acogedor. Otra opción es colocar un frente de palillería, en plena tendencia en las últimas temporadas.
Elegir el mobiliario y los accesorios –alfombras, cojines, cuadros, cuencos...– depende especialmente del espacio disponible, pero no hay más que echar un vistazo a las tiendas de decoración para comprobar la gran variedad de materiales y diseños según el estilo escogido.
Por último, la iluminación también es clave, y puede optarse por unos focos en el techo, una lámpara da mesa o de pared con luz cálida o unas luces led que le den un toque actual.

Protagonismo
Esta idea firmada por Maison du Monde pide ser el centro de atención y causar sensación al entrar en casa. El papel pintado con efecto terrazo le da fuerza y creatividad, y se complementa con una consola de madera y caña, sobre la que se han colocado jarrones, candelabros y un cuadro apoyado sobre la pared.
Esta última idea, la de utilizar un mueble o estantería para apoyar los cuadros directamente sobre la pared y sin hacer agujeros es una tendencia que triunfa desde hace años y que da mucho juego para cambiar unas láminas por otras e incluso superponer cuadros de distintas dimensiones.
Minimalista
A primera vista parece un recibidor austero, sin apenas decoración, pero si se analiza detenidamente tiene todo lo necesario: un armario empotrado, un espejo de cuerpo entero, una alfombra, un taburete y un perchero para colgar el bolso. Al ser un espacio abierto al salón la luz natural se 'cuela' creando un espacio luminoso que es la continuación perfecta desde la puerta hacia el salón.
Es una propuesta de la diseñadora Pia Capdevilla basada en el minimalismo que se integra perfectamente en la decoración del salón.

Elegante
La belleza reside a menudo en la simplicidad. Con ideas como esta, el recibidor de casa, por muy pequeño que sea, tendrá su protagonismo. Se trata de un mueble volado hecho con metal y madera que proporciona una ligereza casi etérea. Es un diseño de Metallbude para colocar sobre él lo justo y necesario.

Estilo rústico
Madera, piedra y cemento. A partir de estos materiales se ha construido un recibidor de revista que destaca por su sencillez y estilo. Para copiarlo, basta con una mesa de madera, una lámpara de pie y una alfombra. Como se ve en la imagen, todos los elementos van en la misma gama cromática. Es una propuesta de Sklum.
A medida
Quien tenga pensado hacer una reforma en casa y buscar soluciones prácticas para aprovechar el espacio al máximo, atención a este mueble que propone la interiorista Pia Capdevilla. Además de mucho almacenaje, con cajoneras y armarios de distinto tamaño, incluye un pequeño banco para que el momento de calzarse sea lo más cómodo posible.
La decoración también está estudiada al detalle, ya que en la zona de asiento se ha colocado un papel pintado con estampado de rayas, una pequeña estantería para colocar un cuadro y un jarrón, y un par de cojines.