En estos días de calor, es importante conocer soluciones para así aguantar en condiciones las altas temperaturas, sin gastar electricidad en la medida de lo posible. Por lo tanto, hay muchas ideas que se pueden poner en marcha en verano con la idea de que el interior de la casa tenga una temperatura más o menos estable en días de bochorno.
Aunque en los últimos tiempos se han puesto de moda técnicas especializadas, existe una que es de mucha ayuda, por ser sencilla y aprovechar todos los recursos disponibles: se trata de un viejo truco conocido con el nombre de “método del hombre de la caverna".
Vivir como en una cueva
El objetivo de este método es simple: que la casa se convierta en una especie de cueva. Es decir, que sea un espacio en donde se pueda estar fresco en verano y que no quede expuesto directamente al sol, donde apenas se cuela el calor.
- ¿Cómo se puede hacer?
Los expertos en la materia recomiendan que todas las ventanas y puertas de la casa estén cerradas en las horas centrales del día, cuando más calor del exterior se puede colar. Asimismo, hay que apagar lámparas, luces y cualquier dispositivo electrónico que no se use para hacer efectivo el método.
- A tener en cuenta
Independientemente del tipo de vivienda de la que estemos hablando, abrir las ventanas a cualquier hora del día sin pensar en sus consecuencias puede subir la temperatura interior. Por no hablar de que es conveniente usar el aire acondicionado y cerrar las entradas de aire para ahorrar energía.
Ventajas de este método
La principal ventaja de usar este truco es el ahorro energético. Con esto, no hace falta tener activado todo el día el aire acondicionado para que el interior se mantenga fresco, pues con solo bloquear la entrada de calor ayudará mucho.
Por otro lado, el hecho de tener en diferentes partes de la casa persianas especializadas o vidrios reflectantes es otro factor que vale a la hora de templar la casa. Aunque suponga un gasto extra, sus efectos se notan a medio y largo plazo.
Este proceso también influye mucho en la salud, pues una casa a una temperatura agradable ayuda a evitar golpes de calor, mareos y deshidratación, mejorando la salud general de los que habitan en ella.
Alternativas para un hogar fresco
Hay muchas más opciones que se pueden aplicar para tener la casa fresca en verano. Una de ellas, bastante común en infinidad de hogares, es usar ventiladores de techo, que renueven el aire cada dos por tres y sin consumir mucha energía.
Poner recipientes de agua cerca de corrientes de aire dentro de la vivienda es útil para aprovechar el fresco cuando este líquido se evapora. Al igual que tener a mano plantas que sirvan para bajar la temperatura ambiente, sobre todo aquellas que sean de muchas hojas o follaje.
A mencionar también que cambiar bombillas clásicas por otras más sostenibles, como, por ejemplo a modelos LED, es fundamental para conseguir bajar el calor de las habitaciones sin tener que hacer uso de otros medios que conlleven un mayor gasto en electricidad.