Mantener la casa libre de polvo puede ser una tarea interminable. Por mucho que pases el trapo, el polvo sigue y sigue apareciendo de la nada. Hasta cierto punto resulta inevitable, pero existen trucos sencillos que ayudan a ralentizar esa acumulación. Con ingredientes fáciles de conseguir o que casi todos tenemos en casa, es posible preparar mezclas antipolvo eficaces.
Spray casero con vinagre blanco y aceite de oliva
Uno de los métodos más eficaces para limpiar y proteger la madera, por ejemplo, es preparar un spray casero con vinagre blanco, agua y aceite de oliva. Esta mezcla, a la que puedes añadir unas gotas de aceite esencial si buscas impregnar tus muebles de cualquier aroma actúa de forma doble.
Primero, el vinagre elimina la suciedad y desinfecta, mientras que el aceite crea una película ligera sobre la superficie que impide que el polvo se adhiera con tanta facilidad. Aplicado con un paño de microfibra sobre la superficie y no directamente con el pulverizador, este remedio deja los muebles brillantes y protegidos sin dejar sensación aceitosa.
Spray con suavizante de telas
En el caso de superficies de plástico, electrodomésticos o pantallas el polvo suele acumularse por el efecto de la electricidad estática. Para estos casos, resulta útil un spray con suavizante de telas diluido en agua, que reduce la carga estática y, con ello, ralentiza el depósito de polvo. Se recomienda que no se aplique directamente en pantallas, sí sobre un trapo húmedo y pasándolo con mucho cuidado por las superficies.
El método de la cera
Los muebles de madera natural sin tratar no suelen ser aptos para ser limpiados directamente con líquidos, pero también tienen soluciones caseras. Una de las más efectivas es una cera elaborada a partir de cera de abejas y aceite de coco. Al aplicarse, esta preparación crea una capa protectora duradera que repele el polvo y al mismo tiempo hidrata la madera, evitando que se agriete o se reseque. Al aplicarlo, se deberá hacer con un paño y deberá ser pulido para que el acabado sea el que queremos.
Los trapos influyen
Además de estas mezclas, hay hábitos que contribuyen a mantener el polvo bajo control. El tipo de trapo que se utiliza, por ejemplo, influye más de lo que parece. Los de microfibra atrapan el polvo sin levantarlo, mientras que otros materiales simplemente lo desplazan.
Aspirar con regularidad también es clave y evitar que las ventanas permanezcan abiertas en días de viento o mucha polinización también ayuda, igual que ayuda reducir la cantidad de objetos decorativos que acumulan polvo con facilidad.
Los resultados no son inmediatos ni milagrosos, pero aplicando estos remedios de forma regular, se consigue reducir de forma visible la acumulación de polvo en el hogar. Los muebles duran limpios más días, el ambiente termina por ser más limpio y el esfuerzo que conlleva limpiar baja bastante. La gran ventaja de estas soluciones es que además de ser eficaces también son económicas y no contienen fragancias artificiales ni compuestos que puedan ser irritantes.