Hay personas que no tienen dudas cuando se trata de llevar a cabo lo que más les gusta, como es el caso de Noemí Castellanos, que se atreve con todo tipo de manualidades. Aunque esta gasteiztarra es administrativa y contable, también es crochetera, pues hace muñecos de ganchillo conocidos popularmente como amigurumis.
Nacida en 1983 en la capital alavesa, su pasión por las manualidades le viene desde que tiene uso de razón. De hecho, este gusto se lo agradece a su ama, que es una amante del DIY a la que siempre ha visto haciendo todo tipo de manualidades como costura, crochet, cuero, trabajos con abalorios... “Nada se le resiste”, no duda en puntualizar.
De esta forma, y gracias a que siempre ha tenido diferentes materiales a mano, ha podido aprender y crear con diferentes técnicas y materias primas (cuero, tela, macramé, abalorios, fimo, goma eva, hama beads). “Todo me llama la atención y me las ingenio para aprender a utilizarlas”, destaca.
Sus inicios en este mundillo
Comenta que ahora está centrada en el ganchillo y que aprendió a tejer en el momento en el que quiso hacerle una mantita de bebé a su primer hijo, que ahora tiene ocho años.
No obstante, su pasión por el ganchillo empezó cuando descubrió que podía hacer muñecos de ese material, más conocidos como amigurumis, ya que le llamaba la atención poder hacer sus propios muñecos, incluso diseñarlos y poder darles la forma y el color que ella deseaba.
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Proceso de creación
Cuando se trata de hablar sobre el tiempo que suele llevarle realizar cada una de sus creaciones, Noemí explica que depende de la complejidad del muñeco, ya que aunque parezca que es muy sencillo, requiere de varias horas de trabajo.
Además, también depende de si hace ella el patrón o de si sigue un patrón ya creado por otras artistas, de las que destaca a @picpauyan, una creadora de patrones de referencia que tiene varios libros sobre amigurumis que “son maravillosos”.
Por tanto, remarca que si no sigue un patrón se tarda mucho más, pues hay que hacer y deshacer hasta que quede el resultado deseado.
Las redes sociales no son tan imprescindibles
Noemí considera que las redes sociales son un escaparate que le ha ayudado a llegar a personas y partes del mundo que de otra forma no habría podido conseguir. Además, destaca que el boca a boca también le ha ayudado, pues hay gente que ha contactado porque le habían hablado sobre ella o habían visto uno de los muñecos a algún amigo o a algún familiar.
Pese a esto, cree fervientemente que si tuviera que prescindir de las redes sociales para seguir haciendo su trabajo, este hecho no le supondría un gran reto: “La verdad es que hoy en día no me afectaría, buscaría otra forma de enseñar lo que hago”. Aun así, ahora mismo tiene más de cuatro mil seguidores en Instagram, y cuenta que llegó a ese número de followers porque la gente comenzó a estar pendiente de su contenido a raíz de enseñar sus creaciones y de publicar diferentes manualidades y actividades para los peques en su perfil.
Destaca que no tiene la clave para triunfar, y que tampoco es su intención, pues considera que tener cada vez más seguidores significa que su trabajo gusta también cada vez más: “Realmente la esencia está en hacer lo que te gusta, no en gustar a los demás. No quiero que el algoritmo me condicione”, subraya.
Los materiales que se usan marcan la diferencia
Conseguir los materiales para sus creaciones es muy fácil según Noemí, aunque recuerda que es muy importante saber elegirlos y no dejarse llevar por los productos baratos. Considera que tenemos la falsa creencia de que los materiales de manualidades son baratos, pero asegura que para conseguir un buen resultado hay que elegir los productos de calidad, “aunque estos nos salgan más caros”.
Para ella, lo que más cuesta en las manualidades es el tiempo que invertimos en hacerlo, por eso entiende que es un error querer abaratar en el material , pues eso “influirá en el resultado final”. De hecho, Noemí es una gran defensora del comercio local pues destaca: “Si el producto está en una tienda de Vitoria, sin duda lo compro ahí”.
En el caso de las lanas, siempre va a una tienda de Vitoria (@maritxu_crochet_) donde le atienden de “una forma exquisita”, ya que le solucionan todas las dudas y le recomiendan siempre el mejor material para realizar sus creaciones: “Eso lo valoro mucho, y estoy segura de que todo este mimo se transmite en el resultado final”.
Unas creaciones llenas de cariño con las que busca sacar sonrisas
El proceso de creación de sus productos se lleva a cabo con la misma ilusión que tenía de pequeña
Para Noemí, cada creación es especial. Sin embargo, recalca que le tiene un cariño especial a una cartera de cuero que hizo cuando tenía ocho años: “A pesar de los años y del trote que ha llevado, sigue conmigo”.
Rememora que cuando la ve en sus manos se ve a ella misma haciéndola con ocho años, y con la ilusión de una niña haciendo manualidades que pensaba en la cara que pondrían sus aitas cuando la viesen. “¡Quién me iba a decir que seguiría con ella treinta años después!”, enfatiza.
Y es que a día de hoy, ella sigue teniendo esa misma ilusión mientras lleva a cabo sus creaciones: “Mientras estoy creando un regalo pienso en la cara que pondrá la persona que lo reciba y me sale una gran sonrisa”.