Pensar menos y vivir más. La frase que resume la filosofía de vida del creador de contenidos Fernando Jaso (Pamplona, 28 años) encabeza su cuenta de Instagram y no surge de la nada: es fruto de una reflexión personal del autor y de su relación con las redes sociales.
“Antes me dejaba llevar muchísimo por los comentarios y por el qué dirán. Dejaba de hacer cosas por el mero hecho de lo que opinaran de mí”, explica Jaso. Ya no. Hace tiempo que ha dado un paso hacia delante y sube sin filtro de ningún tipo contenido en Instagram, TikTok y otras plataformas. Es él mismo: natural, espontáneo y desacomplejado. “Al final dije: Voy a hacer lo que me apetezca”, zanja.
Y no tiene motivos para arrepentirse. Al contrario: su percepción de las cosas que le rodean, trufada de humor y dando pie a situaciones entre cotidianas y absurdas, triunfa. Puede salir en un vídeo contando lo que le han parecido unos cruasanes, un refresco o una piruleta, acompañado de sus padres, duchándose e invocando a Naiara de Operación Triunfo…
A primera vista parece que todo vale, pero no es así. Además de darnos su visión cómica del mundo (o de su propio mundo), de vez en cuando muestra contenidos que también invitan a la reflexión.
Como cuando aparcó sus miedos y fue solo a un evento al que había sido invitado. “Me da mucha cosa ir a los sitios solo”, reconoce, “y me atreví a dar ese paso para hacerle ver a la gente que es algo que se puede hacer y que no hay nada de malo en ello”.
Hace años que sus cuentas profesionales son un imán para cierto tipo de consumidores de redes sociales: en TikTok tiene más de 500.000 seguidores; en su canal de Youtube, 422.000 suscriptores; en Instagram arrastra a 227.000 fans; y en X, donde se asoma bastante menos (su último tuit es de octubre del año pasado), le siguen 17.000 personas.
El influencer se dio a conocer en Youtube primero con un canal personal y luego con otro compartido con su hermana, Judith Jaso, cinco años menor que él. La aventura de los hermanos Jaso fue un auténtico bombazo y lograron enganchar a su canal a un millón de suscriptores.
Ninguno de los dos pretendía cambiar el mundo, sino provocar la risa de sus fans: “¿La finalidad de nuestros vídeos? Entreteneros y sobre todo haceros reír mucho”, escribieron Fernando y Judith en su perfil de Youtube. Sus peripecias familiares y ocurrencias arrancaron en 2016 y se prolongaron hasta finales de 2022. El 31 de diciembre de aquel año colgaron un último vídeo junto al siguiente mensaje: “Todo principio tiene un final, y aquí se acaba esta etapa tan bonita de nuestro canal conjunto. Gracias por todo lo que nos habéis aportado y transmitido durante estos 6 años. ¡Os queremos mucho!”.
Desde entonces, han tomado caminos distintos sin abandonar el universo digital. La relación de los hermanos sigue siendo “muy buena”, admite Fernando, y de vez en cuando colaboran y se les ve juntos en Reels de Instagram. “Cuando teníamos el canal solo quedábamos para hacer vídeos una vez a la semana. Como pasa con cualquier otro trabajo, la relación se fue desgastando. Ahora voy yo a su casa cuando quiero”, cuenta el mayor de los Jaso.
Ambos viven en Madrid y tienen sus propios perfiles en redes. En algún momento antes de la pandemia se mudaron juntos a la capital madrileña, donde “hay más eventos, campañas y rodajes”. Entre otras muchas marcas, Fernando Jaso ha colaborado profesionalmente con Starbucks, Kellogg’s, Coca-Cola, Universal Pictures y la empresa de agua Cabreiroá.
Blogs
Últimamente muestra preferencia por el formato videoblog.
Seguidores
En TikTok tiene más de 500.000 seguidores; en Youtube, 422.000, y en Instagram 227.000.
Ideas
Muchas de sus ideas se le ocurren de noche y las apunta en el móvil.
