La relación de Arantxa Sánchez Vicario con el empresario Josep Santacana nunca estuvo exenta de polémica. El matrimonio terminaba en 2018, pero arrastraba numerosos problemas financieros que han llevado a la extenista a estar atravesando uno de los momentos más difíciles de su vida.
Este martes, 12 de septiembre, comienza el juicio por el que el ex matrimonio se enfrenta a 4 años de prisión por un presunto delito de alzamiento de bienes, además de a pagar más de seis millones de euros en concepto de responsabilidad civil.
ASÍ FUE LA RELACIÓN DE ARANTXA SÁNCHEZ VICARIO Y JOSEP SANTACANA
Arantxa Sánchez Vicario conoció a Josep Sanatacana en 2007 en Ibiza. Él era un empresario de un prestigio dudoso, tal y como constataron los padres de la tenista, que con el fin de proteger a su hija investigaron a Santacana y la alertaron sobre el peligro que podría suponer este hombre con varias deudas y problemas judiciales.
Arantxa hizo oídos sordos a las advertencias de sus progenitores y el 12 de septiembre de 2008 contrajo matrimonio con Josep Santacana en el castillo de La Peralada, un enlace al que sus padres se opusieron e intentaron que el empresario firmara unas capitulaciones matrimoniales con las que la fortuna de la deportista quedaría a salvo, sin embargo, él se negó y Arantxa apoyó su decisión, sin saber que los problemas comenzarían justo después de la boda.
La tenista se enfrentó a toda su familia por su marido y rompió su relación tanto con Marisa y Emilio, sus padres, como con sus hermanos, comenzando una nueva vida en Miami con su marido y sus hijos, Arantxa y Leo.
Además, en 2012 publicó un libro, animada por su marido, en el que arremetía dura e injustamente contra su familia, ‘¡Vamos! Memoria de una lucha, una vida y una mujer’, denunciaba la gestión que sus progenitores habían hecho de su fortuna y llegaba a acusar a su hermano Javier de ser propietario de más posesiones pese a no haber tenido el mismo éxito en las pistas que ella.
Más tarde terminaría dándose cuenta de que su gran error fue realmente haber confiado en su marido y convertirlo en el gestor de su patrimonio, desoyendo las advertencias de sus seres queridos.
En febrero de 2018, fue Josep Santacana quien solicitó el divorcio de Arantxa Sánchez Vicario y la custodia de sus dos hijos, llevándose con él todas las pertenencias de la deportista, incluidos los trofeos que había ganado a lo largo de su carrera, y dejándola en la ruina absoluta, debido a que él como gestor de su patrimonio se había hecho con el control total de toda su fortuna.
UNA ACUSACIÓN POR ALZAMIENTO DE BIENES
Ese mismo año, 2018, el Banco de Luxemburgo pidió al juzgado de instrucción número 4 de Barcelona que ordenara el ingreso en prisión tanto de Arantxa Sánchez Vicario como de Josep Santacana, a través de una querella en la que se reclamaba el pago de una deuda de más de 6 millones de euros, algo que ha llevado a la ex tenista a su difícil situación actual.
Arantxa vive en un apartamento de alquiler en Miami junto a sus hijos y la mitad de sus ingresos van a parar directamente al Banco de Luxemburgo como pago de la deuda pendiente, a la espera de ver que sucede con su futuro tras lo que se determine en el juicio que comienza este martes, 12 de septiembre en la ciudad condal y terminará el próximo viernes, 15 de septiembre.