Recorrido por el legado industrial y de lucha obrera de Vitoria
El Ateneo Republicano organizó este domingo esta visita guiada centrada en el periodo que va de 1960 a 1978
La historia la escriben los vencedores, pero dicen que el tiempo da la voz a los vencidos. A modo de altavoz de estos últimos, el Ateneo Republicano Eraiki-Araba, organizó este domingo, con la colaboración del Ayuntamiento de Gasteiz, su tercera visita guiada gratuita de este último trimestre de 2025, tras la Vitoria de la República, realizada el 28 de septiembre, y La Vitoria de 1936-1959, del 26 de octubre. En esta ocasión, partió desde la calle Sancho el Sabio con un recorrido aproximado de dos horas de duración, desde las once de la mañana, y centrada en el periodo que va de 1960 a 1978.
“Vamos a tocar todo lo que tiene que ver con el desarrollo de Vitoria, como uno de los centros industriales más importantes del País Vasco, para reflexionar sobre el tipo de historia nos han contado porque es importante conocerla y hasta en la influencia que tuvo en las niñas, porque las mujeres apenas aparecían en ella”, explica Josemaría del Palacio.
Ello, quizá, explique que el 70% del medio millar aproximado de participantes en estas visitas, desde que éstas empezaran a organizarse hace unos tres años, tenían rostro femenino y una edad media de 50 años.
El martes, alrededor de 23 ya habían confirmado asistencia para este último itinerario y nuevamente ellas eran mayoría.
'La Meta'
Una de sus primeras paradas puso el objetivo en ‘La Meta’, como se conocía popularmente a esta fábrica que ocupaba todo el espacio entre Adriano VI y Beato Tomás de Zumárraga, en lo que hoy es el barrio de San Martín. Se inauguró en 1902, con el nombre de La Metalúrgica vitoriana, y "fue la empresa que más trabajadores tenía en los años 50”, destaca.
Tras ello, la mirada se puso en la Avenida Gasteiz, a la que en 1964 se le cambió su nombre del pintor Díaz Olano por el del Generalísimo Franco, que hasta entonces tenía la actual calle Diputación. También se decidió quitar lo de “Gran vía” para llamarla “Avenida”.
Desde el 31 de julio de 1979 se la bautizó como se la conoce en la actualidad: Avenida Gasteiz, tras una sesión en la que se suprimieron otros nombres relacionados con el franquismo.
A los "caídos"
De ahí se fueron a la plaza Juan de Ayala, donde en 1963 se inauguró un monumento “a los caídos” en la Guerra Civil (1936-1939), que sustituyó al derribado en la calle Marqués de Estella dos años antes.
La ubicación original estuvo entre el Banco de España y el Gobierno Civil de Álava. En el lateral de este último, a los pies de las escaleras que llevan hasta la Cuchillería, se levantaba una cruz, que homenajeaba a las víctimas del bando vencedor, porque de los republicanos, apenas ni “mu”.
Mejoras salariales
Durante este alto en el camino se aprovechó para recordar las huelgas de los 60, “que se hacían en términos salariales, en un momento de la vida de escasez, en la que los precios de la vida subían mucho”.
Y de nuevas leyes, como la de Prensa e Imprenta, con la dictadura aún vigente, “porque en Europa dicen que hay que renovarse” y que pasó a la historia como 'Ley Fraga'. El gran avance de ese texto fue la desaparición de la censura previa.
Se mencionó también cómo a la capital de Álava se trajeron exposiciones que recorrían la península de autobombo del régimen, como Los 25 años de Paz, y cómo surgieron los jurados de empresa, por los que los trabajadores eligieron a sus propios representantes.
Pasando a la plaza del Conde Peñaflorida, se volvió a la época en la que en la calle Samaniego se levantaba el edificio de sindicatos.
La asociación 3 de marzo invita a la ciudadanía a contar su historia
Masacre
Y, por último, en el Gobierno Civil, se terminó hablando de los años 70 para abordar huelgas como la del 3 de marzo, porque en Vitoria, como en tantos otros lugares, en aquel fatídico 1976, el origen inmediato de la misma fue la obligada renovación del convenio colectivo en varias empresas locales, en una época con una inflación desbocada y en la que el gobierno había decretado la congelación salarial.
Y de cómo ese conflicto, iniciado en Forjas Alavesas el 9 de enero, se fue propagando como una bola de nieve, hasta que desembocó en la masacre del 3 de marzo, con cinco obreros asesinados y centenares de heridos, un aciago día del que en tres meses y medio se cumplen 50 años, pero que volverá a movilizar a la ciudadanía de Gasteiz para exigir verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición, tal y como ha hecho en este último medio siglo.