La vuelta a la rutina tras el verano se hace más llevadera con humor, y en eso la librería Aranbide, ubicada en la calle Pintor Aurelio Vera Fajardo y con un segundo local en Duque de Wellington, vuelve a llamar la atención.

Su ya famosa pizarra exterior ha estrenado estos días un nuevo mensaje que no ha pasado desapercibido entre los viandantes y vecinos. Algo que se está convirtiendo en tradición, ya que es habitual que la pizarra que flaquea la entrada a la librería luzca mensajes, chistes o refranes que roban una sonrisa a quienes pasan por delante

“Hay que ver lo rápido que se va el moreno de las vacaciones, ya podrían aprender los michelines”. Con esta frase, el establecimiento hace un guiño al inevitable regreso a la normalidad tras los excesos estivales: mientras el bronceado parece desvanecerse en cuestión de días, los kilos de más adquiridos durante las vacaciones no muestran la misma prisa en marcharse.

La librería Aranbide se toma con humor los excesos del verano con el mensaje en su pizarra DNA

Una pizarra que ya es tradición

No es la primera vez que Aranbide utiliza su pizarra como canal para conectar con los viandantes que pasan ante su escaparate a través del humor. En los últimos años, sus mensajes se han hecho virales en redes sociales.

En diciembre de 2022, tras el sorteo de la Lotería de Navidad, el mensaje fue claro y directo: “¿Alguien sabe la dirección del ministro de Hacienda? Es que me ha tocado una mierda en la Lotería y quería mandarle el 20%. Feliz Navidad".

Poco antes, en septiembre del mismo año, con la vuelta al trabajo en mente tras el verano, su mensaje fue tan realista como irónico: “A trabajar, que nacimos estupendos pero no millonarios. ¡Feliz regreso!”

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Los divertidos mensajes de la librería Aranbide DNA

Y en plena cuesta de enero de 2024, la frase en la pizarra volvió a captar la realidad de muchos bolsillos: “Necesito que enero termine. Mi billetera es como una cebolla, abrirla y me hace llorar.”

En marzo de este mismo año, coincidiendo con el día del padre, Aranbide se reía del amor romántico. "Mamá, ¿a qué edad te enamoraste de papá?", arrancaba el chiste escrito en la ya famosa pizarra de la tienda. "A los 65", responde la madre provocando la reacción del hijo: "¡Pero si tienes 46!". "¡Tú dame tiempo!", cierra la progenitora rematando el chiste.

Mensajes que combinan actualidad, costumbrismo y buen humor, y que han convertido a esta pequeña librería en un lugar de paso obligado para quienes buscan no solo libros, sino también una sonrisa.

Mucho más que libros y prensa

El nuevo cartel sobre el moreno y los michelines ha vuelto a generar reacciones positivas entre quienes pasan por delante del escaparate. Y es que no hay que despreciar el valor de una sonrisa.

En tiempos donde abundan las prisas y las preocupaciones, juegos de palabras como estos ayudan a hacer más llevadera la jornada y endulzar las rutinas diarias. En Aranbide lo saben bien: la cultura puede empezar por un libro, pero también por una pizarra bien pensada.

Aunque su actividad principal sigue siendo la venta de libros, periódicos, revistas y material de papelería, así como trabajos de encuadernación, fotocopias o envío de fax, la librería Aranbide ha conseguido algo poco habitual: convertirse en un pequeño fenómeno social en este barrio de Vitoria-Gasteiz gracias al ingenio de sus mensajes. Un ejemplo de cómo el comercio local puede destacar no solo por lo que vende, sino también por cómo se comunica con su entorno.

A la espera del próximo mensaje, los lectores —y paseantes— ya saben que si hay una vuelta dura a la rutina, siempre puede aliviarse con humor o con un buen libro.