La librería Aranbide de Pintor Aurelio Vera Fajardo vuelve a sorprender a quienes pasan frente a su local. No es la primera vez que sorprende a vecinos y transeúntes con los mensajes que muestra en una pizarra colocada en la acera, en la entrada del local. De hecho, cada cierto tiempo va cambiando la frase, refrán o comentario que decora el acceso a la librería.
"Mamá, ¿a qué edad te enamoraste de papá?", arranca el chiste escrito en la ya famosa pizarra de la tienda
Hablamos de los divertidos y comentados escritos que la librería Aranbide difunde haciendo brotar una sonrisa en quienes pasan ante su local del número 21 de la calle Pintor Aurelio Verá-Fajardo. Coincidiendo con distintas efemérides y fetividades que se celebran a lo largo del año, Aranbide regala una de sus ocurrencias a la clientela y el vecindario en general.
El último de ellos tira de humor e ironía para echar por tierra la idea del amor pasional que muchas veces nos venden novelas y películas a pocos días del día del padre.
"Mamá, ¿a qué edad te enamoraste de papá?", arranca el chiste escrito en la ya famosa pizarra de la tienda.
"A los 65", responde la madre provocando la reacción del hijo: "¡Pero si tienes 46!".
"¡Tú dame tiempo!", cierra la progenitora rematando el chiste que desde hace unos días ameniza el paso a quienes se dejan caer frente al escaparate de la librería Aranbide, que cuenta con un segundo local en el número 23 de Duque de Wellington.
Lloros, humor y cachondeo
El negocio de la calle Pintor Aurelio Verá-Fajardo suele ironizar con las fortunas y desgracias de la vida. En 2022, cuando no tocó ningún boleto de la lotería de Navidad en Álava, escribió en su pizarra "¿Alguien sabe la dirección del ministro de Hacienda? Es que me ha tocado una mierda en la Lotería y quería mandarle el 20%. Feliz Navidad".
En enero del mismo año animaba a todos los que tenían que volver al trabajo recordándoles que son "estupendos pero no millonarios". En 2024 se repetía una imagen parecida, pero esta vez quejándose de que su billetera era como una "cebolla" porque abrirla le hace "llorar".