No es la primera vez ni será la última. Los mensajes, chistes y refranes escritos en la pizarra presente en la entrada de un conocido establecimiento del barrio de San Martín son un clásico para los vecinos de la zona. Pero tanto para ellos como para los viandantes que pasan frente a su fachada ocasionalmente resultan una sorpresa o un motivo para desviar la atención momentáneamente.
Hablamos de la Librería Aranbide del número 21 de la calle Pintor Aurelio Vera-Fajardo, y que tiene una segunda sede en Duque de Wellington 23. Oficialmente el local está en Pintor Vera Fajardo , aunque para muchos la ubicación la relacionan con la calle Beato Tomás de Zumárraga, en la acera izquierda antes de llegar al cruce con Serafín de Ajuria.
Son frases con ingenio, doble sentido, a veces con algo de mala leche pero siempre bajo el prisma del humor. En este mes de enero el mensaje hace referencia a la tradicional cuesta que cada arranque de año hay que afrontar y que deja temblando las carteras y cuentas corrientes tras los excesos de las Navidades.
"Necesito que enero termine. Mi billetera es como una cebolla, abrirla y me hace llorar", reza la frase escrita en la ya famosa pizarra de la Librería Aranbide.
Una pizarra 'viral' en el barrio
Hace unos meses la vuelta al trabajo era el motivo de su mensaje. Retornar a la rutina laboral puede hacerse cuesta arriba a más de uno. Y es que cambiar la playa, el relax y los días sin despertador y sin prisas por una jornada de ocho horas en la oficina o en la fábrica no es nada fácil.
En Aranbide se tomaron con bastante humor y 'una pizca de cachondeo' el regreso tras las vacaciones hace unos meses, con un cartel que no pasó desapercibido entre clientes y vecinos del barrio. “A trabajar, que nacimos estupendos pero no millonarios, Feliz regreso!”. Y es que ya se sabe, tomarse la vida con humor y reír a diario es bueno para la salud.
El humor puede tomar forma de 'dardo' con un poco de mala leche. Y es que otro de los mensajes que llamaron la atención en su día se tomaba con relativa resignación la falta de fortuna en el sorteo de la lotería de Navidad de 2022.
La suerte pasó de largo por Álava ya los sabemos desde este mediodía, cuando ha finalizado el sorteo de Navidad. Ningún boleto premiado fue vendido ni en la ventanilla de las administraciones ni en bares o comercios de la capital alavesa y del resto del territorio.
Los responsables de la Librería Aranbide sacaron su pizarra a la calle, delante de su comercio en la calle Pintor Aurelio Vera Fajardo, donde se podía leer el siguiente mensaje con cierta guasa: "¿Alguien sabe la dirección del ministro de Hacienda? Es que me ha tocado una mierda en la Lotería y quería mandarle el 20%. Feliz Navidad".
Un comercio local que sigue al pie del cañón y que, además de ayudar a mantener la actividad comercial del barrio, intenta sacar una sonrisa a los vecinos y viandantes que pasan por su fachada con sus divertidos mensajes. Si pasan por allí no se olviden de echarle un ojo a su pizarra.