Semana de transición en Vitoria. La actual es una semana atípica en el calendario gasteiztarra. Tras el boom festivo de La Blanca, con calles y parques abarrotados de gente, ha llegado la calma y tranquilidad a la ciudad.

Vitoria no se paraliza del todo en agosto, pero la actividad sí baja. Hay movimiento, goteo de gente que se mueve por el centro entre carteles de cierre de negocios por vacaciones; aun así, la de después de fiestas sigue siendo una semana de transición entre los que se van y los que aún no han regresado. Basta con decir que se puede aparcar. 

Los 40 grados no seducen

Tampoco los 40 grados con los que empezó la semana han invitado a ir de rebajas, pese a los muchos letreros reclamo de últimos precios y outlet. Ayer, en cambio, con el cielo encapotado, sí se vio más movimiento alrededor de la Virgen Blanca.

Comercio cerrado por vacaciones.

En calles como Postas, Diputación y General Álava, la mitad de las tiendas lucen abiertas, pero la otra mitad ha bajado la persiana; en algunos casos, de forma definitiva, como anuncia Casa Viva en Dato.

Baja la actividad

La actividad es baja en Prado, con muchos bares cerrados, se mantiene en Independencia y en Desamparados por la clientela que hace la compra diarios en Abastos, pero en céntricas vías como Rioja y Ortiz de Zárate, la ciudad aún no ha recuperado el pulso, al igual que sucede más allá de Lovaina, en calles con mucha vida como Sancho el Sabio, Adriano VI e incluso Gorbea, ahora con poco movimiento.

En Vitoria se mantiene el número de tiendas y bares asociados a Gasteiz On abiertos en agosto: 266, según dice la asociación de comerciantes.

Las actividades con más presencia son hostelería (83), alimentación (41), moda, calzado y complementos (42), y salud y belleza (41).

Por barrios, abren más negocios en Ensanche, Casco Viejo y Desamparadas, esto es, en el centro de la ciudad.

General Álava, a medio gas.

Sin embargo, locales hosteleros han cerrado muchos después de fiestas, así que los abiertos sí tienen la oportunidad de hacer el agosto.

En el comercio, la realidad es más variable; depende de si el negocio es propio o franquicia; las grandes cadenas de ropa y calzado, sobre todo, mantienen abierto, así como ópticas y otras empresas de servicios, pero muchos pequeños comercios también han optado por tomarse un pequeño descanso, aunque sea de una semana. 

Tirar del carro

Del carro tira también la alimentación. Supermercados, fruterías y panaderías son comercios en los que la compra se sigue haciendo a diario y, por lo tanto, los que más clientela muestran a primera hora de la mañana.

La plaza también está abierta, apenas llegan a media docena los puestos que han bajado el toldo y los que lucen género, tienen clientela, ya sean pescaderías, charcuterías o stands de encurtidos.

Igualmente, las terrazas de los bares de fuera de Abastos están al completo, mientras la transitada calle La Paz se queda medio vacía y con menos tráfico del habitual.

Tampoco se aprecia demasiado movimiento en el Casco Viejo, y cada vez son más los negocios que retrasan en agosto su horario de apertura.

“Vengo a cambiar por una talla mayor y otra por una menor”, pide Asun a la dependienta de Lola Ruiz. Es la única clienta de la tienda, a pesar del cartel de Remate final.

Solo en rebajas

¿Cómo va agosto? Ni fu ni fa, a tenor de la expresión del encargado de una histórica zapatería de la calle Diputación, a pesar de que la máquina registradora suena de vez en cuando.

“Si la gente va a optar por comprar solo en rebajas, las cuentas no salen para los negocios particulares, así que nos quedaremos sin pequeño comercio. Los que fabrican las bolsas y los paquetes son los que saben muy bien cómo marcha cada negocio y te dicen que todo lo relacionado con perfumería y cosmética va de capa caída y los pedidos de comida rápida a domicilio, parecido, ya que la producción de bolsas y envases ha caído a la mitad”, apunta este comerciante de toda la vida. 

Gasteiz On, en cambio, ofrece una visión positiva. Indica que entre los establecimientos locales que abren en verano, el 90% considera que ha merecido la pena y el 81% que nota más afluencia de personas cada año.