La hostelería local ha cerrado las fiestas de La Blanca con sensaciones positivas.
“El balance ha sido bueno”, resume en conversación con este periódico Juan Carlos Antolín, presidente de la patronal SEA Hostelería, para quien la semana pasada transcurrió en los bares y restaurantes de Gasteiz “según lo previsto”: con un arranque “a tope”, una jornada grande –la del 5– más tranquila a partir de la tarde pero “con mucho trabajo”, dos días centrales –6 y 7– “más flojitos” y un fin de semana de nuevo al alza.
“En fiestas siempre se trabaja bien, pero este año nos ha ayudado mucho el buen tiempo y estamos contentos”, reconoce Antolín.
Sobre todo en el centro
Como suele ser habitual en La Blanca, los bares del centro han acogido el grueso más importante de la clientela, aunque estos pasados días también se ha trabajado “bien” en zonas no muy lejanas al corazón de la ciudad, en barrios como Arana o Coronación donde acostumbra a acercarse gente que quiere abstraerse del jaleo de los locales del ensanche y el Casco.
“Es gente que va sobre todo a comer y quiere esa tranquilidad que en el centro no va a encontrar”, contextualiza el líder patronal.
“Siempre se trabaja bien, pero este año nos ha ayudado mucho el tiempo y estamos contentos”
En lo que se refiere a la afluencia de visitantes en los establecimientos, Antolín cree que esta ha sido “similar” a años anteriores. “No sé si es porque atraen turistas o porque se las encuentran por casualidad, pero en fiestas siempre hay turistas, sobre todo gente nacional”, remarca el profesional. Antolín avanza que el sector espera la afluencia de un número notable de nuevos visitantes “a partir de la semana que viene”, cuando la hostelería suele trabajar “muy bien”.
Gana el vermú
Por otro lado, Antolín confirma lo que ha sido una sensación generalizada entre los profesionales del sector estos días, que el vermú y el tardeo se han impuesto de forma global a las noches, sobre todo esos días 6 y 7 en los que se trabajaron “muy bien” las comidas.
“El que sale de fiesta lo ha dejado más para el fin de semana y el resto de días la noche ha sido más para blusas y neskas”, subraya.
Además, Antolín valora de forma “positiva” las actividades prefiestas organizadas el fin de semana previo, aunque para posteriores ocasiones reclama una mayor participación del sector en la toma de decisiones.
“Pero todo lo que sea sacar gente a la calle evidentemente ayuda”, dice.