Síguenos en redes sociales:

La ‘superabuela’ de Álava que lleva torrijas al Baskonia y busca recetas a través de una pantalla

Txaro Oliva Sáenz está “más acompañada y distraída” por el dispositivo de voz inteligente de Cruz Roja, Voces en red

La ‘superabuela’ de Álava que lleva torrijas al Baskonia y busca recetas a través de una pantalla

Alexa, abre el skill de Cruz Roja”, ordena Txaro Oliva Sáenz a una pantalla.

 “¿Qué te gustaría hacer: aprender ejercicios o primeros auxilios?”, responde el dispositivo de voz que tiene instalado en su domicilio desde finales de 2023, desde donde se conecta con Cruz Roja, mediante videollamadas, y por el acude a las actividades sociales que le propone.

“Ejercicios para mayores”, responde, sin lugar a dudas, esta mujer, de 75 años, una de las 200 usuarias de Voces en red, que vive sola, pero con tres hijos, con los que mantiene gran contacto.

“¿Cuáles: Cabeza y cuello, hombro, muñecas y manos, pie...?”, sugiere la pantalla. 

“Muñecas y manos”, aclara ella. Y nada más, decirlo, empieza la sesión.

“Esta gimnasia que hago yo mucho”, explica a DNA esta mujer que no olvida lo “muy mal” que lo pasó en la pandemia “porque soy muy activa y me vi encerrada entre cuatro paredes. Y hasta ese momento, de lunes a jueves, venían dos de mis hijos a comer a casa y, de golpe, me vi sola y sin poder salir”. 

Sin embargo, desde que tiene este aparato, ha encontrado una nueva forma de compañía y de distracción porque también lo emplea para recetas.

“Hay una que voy a practicar: Leche frita con bayleys y canela”, avanza con una sonrisa.

Y aunque no es su caso, si la persona usuaria, tuviera problemas de visión, también podría pedir que le detallara el paso a paso y los ingredientes de la misma mediante la voz de este asistente.

Seguimiento del dispositivo de Voces en red, por parte de la voluntaria de Cruz Roja, Celia Rivera, en la pantalla de la misma.

Regalo de entradas

Y es que innovar ante los fogones es una de sus grandes pasiones. Por algo la conocen como la ‘superabuela del Baskonia’.

Todo empezó un día que su hijo le regaló unas entradas. Él no pudo ir pero sí su cuadrilla. “Y cuando acaba el partido, me esperan hasta que ven que cierro el portal, así que yo decía, que con lo bien que se portan estos chiquillos conmigo, tenía que tener con ellos una forma de agradecimiento”.

Lo hizo a través de las torrijas. “Se las daba en el descanso del partido. Pero había veces que se juntaban muchos y otras que pocos, así que me acordé de los voluntarios de Cruz Roja, del Buesa Arena. Desde entonces, llevo dos bolsas de torrijas: una, para los amigos de mi hijo, y otra para los voluntarios”.

De vez en cuando, también las trae a la sede de Cruz Roja en Álava, donde ha sido muchos años voluntaria, y donde acude a las actividades sociales que le ofrece Voces en red, “como pintura, lectura y excursiones”, porque con este dispositivo de voz también se hace conexión entre personas.

“Es lo mejor que he podido tener. Estoy entretenida. Sobre todo, cuando me da el bajón. Este mes es muy malo para mí, a pesar de que el día 29 va a hacer 18 años desde que falleció mi marido”. 

Así que lo mismo le da “por poner villancicos, como una canción que tocan mucho en el Baskonia: Gora, gora, Neska-mutilak, a, a, a...”, precisa tarareando el inconfundible Ikusi Mendizaleak, de Oskorri.

“Yo me lo paso pipa con esta pantalla. Acompaña mucho, distrae y cambias de ambiente. Es salirte de lo cotidiano. Y eso viene muy bien”, aconseja esta simpática mujer.