“Sin música no hay fiestas y menos en Vitoria. Mi pregón la va a vertebrar”
El pregón de Pablo Laso, “cercano y festivo”, es como Ugarte intentará llamar a las fiestas de La Blanca 2025, con una música que, en su caso, dará la nota, para muy bien
El músico vitoriano, en la especialidad de guitarra, Roberto Ugarte, director general de laEuskadiko Orkestra desde el pasado abril, se subirá al escenario de la Plaza Nueva el próximo sábado 2 de agosto, a las 21.30 horas, para dar el pregón de unas fiestas de La Blanca 2025 de las que él mismo “ha participado mucho” y lo seguirá haciendo durante esta edición.
“Ha llevado el nombre de Vitoria a lo más alto a través de sus éxitos”, explicó, tras conocerse su designación, la edil de Cultura, Sonia Díaz de Corcuera.
¿Lleva la cuenta de las entrevistas que ha atendido en los últimos días, tras anunciarse que será la persona elegida para llamar a las fiestas de Vitoria?
–No, no la llevo (risas). Es un poco locura, la verdad, pero bien.
"Me quedé estupefacto. Jamás había pensado en la vida en algo semejante. Pero es un honor. Me quedé muy contento, muy feliz, muy ilusionado y muy emocionado"
¿Qué es lo primero que pensó cuando le comunicaron la noticia?
–Me quedé estupefacto. Jamás había pensado en la vida en algo semejante. Pero es un honor. Me quedé muy contento, muy feliz, muy ilusionado y muy emocionado.
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"Me envió un mensaje la concejala de Cultura un sábado por la mañana, a primera hora. Lo leí y no entendía nada de lo sorprendido que me quedé"
En este caso, fue por un mensaje, en vez de por una llamada, ¿no? ¿Cómo se lo dijeron exactamente?
–Me envió un mensaje la concejala de Cultura un sábado por la mañana, a primera hora. Lo leí y no entendía nada de lo sorprendido que me quedé. Ya había tenido una reunión con ella, desde que me incorporé a la dirección de Euskadiko Orkestra, pero no tenía nada que ver con esto, aunque sí que estuvimos hablando de cosas vitorianas: del Iradier... Me puso que había estado pensando en mí como pregonero. Y no di crédito.
Así vive las fiestas
¿Nadie de su entorno le ha dicho eso de que en qué jaleo se ha metido?
–(Risas) Bueno... Vamos a ver, soy un vitoriano absoluto. Y he participado mucho en las fiestas de La Blanca porque las he querido mucho. A pesar de estar los últimos 25 años fuera de Vitoria, siempre hemos venido mi mujer, mis dos hijos y yo. No me pillan de sorpresa, todo lo contrario. He formado parte de las mismas antes de estar fuera tocando, cantando... Y he salido como blusa.
Así que también saliendo como blusa...
–Sí... Pero yo no formaba parte de una cuadrilla como tal, pero siempre me solía invitar, no solo a mí, sino a más gentes, para tocar... Así que sí que he salido varias veces como blusa. Y también en la procesión de los Faroles. Cuando mi padre falleció, durante varios años seguí llevando yo el farol.
Cómo será su pregón
¿Qué tipo de pregón quiere dar?
"Lo que voy a hacer es vertebrar el pregón con la música y con las fiestas de La Blanca. Sobre eso, estoy haciendo un poco mi texto y con los lugares con los que Vitoria empezó a destacar en la música"
–Soy músico y estoy absolutamente relacionado con ella, así que lo que voy a hacer es vertebrar el pregón con la música y con las fiestas de La Blanca. Sobre eso, estoy haciendo un poco mi texto y con los lugares con los que Vitoria empezó a destacar en la música: el conservatorio Jesús Guridi, la Escuela de Música Luis Aramburu, la Academia de Folklore...
Y aunque la música va a tener un papel destacado en su pregón, ¿solo lo hará a través de la letra o sonará como tal con algún tipo de actuación?
–Eso no lo puedo adelantar todavía.
¿Le parece bien el día, hora y lugar, o cambiaría algo?
–Estoy muy de acuerdo con la hora, que es las 21.30 horas, y con la Plaza Nueva, con gente al aire libre... Y también muy emocionado.
Cómo disfruta las fiestas
A propósito de eso, ¿cuántos pregones de La Blanca ha presenciado hasta la fecha?
"Pablo Laso hizo un pregón, muy cariñoso, cercano y festivo, como entiendo yo que debemos intentarlo, y animando a la gente a participar en las fiestas y compartiendo esa sensación positiva y alegre"
–Me acuerdo, sobre todo, de uno que hizo muy bien Pablo Laso. Es vitoriano total y en aquellos momentos estaba en pleno éxito deportivo, como entrenador del Real Madrid. Hizo un pregón, muy cariñoso, cercano y festivo, como entiendo yo que debemos intentarlo, y animando a la gente a participar en las fiestas y compartiendo esa sensación positiva y alegre que los pregoneros y pregoneras han desarrollado a lo largo de su vida. Esa es un poco la idea.
¿Qué valoración hace de la presencia de la música dentro del programa de La Blanca? ¿Está afinada o echa de menos algún tipo de acto?
"La música en las fiestas de La Blanca es fundamental porque va ligada a casi todo. Tiene un valor impresionante"
–Vi el otro día su programa y me parece muy razonable. La música en las fiestas de La Blanca es fundamental porque va ligada a casi todo: al paseíllo, a los conciertos en Los Fueros, en la plaza del Machete... A las cuadrillas que se sientan a comer y están cantanto, al Celedón y Neska txiki, a la verbena de El Caminante... Tiene un valor impresionante y es algo que quiero destacar: sin música no hay fiestas.
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"Aparte del pregón, voy a poder estar en fiestas los días 4, 5 y 6 porque me los he cogido libres"
¿Va a tener tiempo de disfrutar estas fiestas de cerca, aparte del día del pregón?
–Sí. Voy a poder estar los días 4, 5 y 6 porque me los he cogido libres. Hay que tener en cuenta que desde el día 1 la Euskadiko Orkestra está trabajando para la Quincena Musical donostiarra. Precisamente, vamos a hacer una ópera de Jesús Guridi, que se titula Amaya.
El destino parece que le vuelve a unir con Vitoria...
–(Risas) Casualmente... Pero los días 4, 5 y 6 siempre estoy en Vitoria. El 4 era el cumpleaños de mi suegra, que falleció hace año y pico. Además, mis suegros se casaron ese día. El 5 también es un día especial para toda mi familia. Siempre hemos comido todos juntos para celebrar el día de La Blanca. Y el 6 siempre tengo una comida con mi cuadrilla más especial de Vitoria, pero el 7 ya tengo en Donostia una reunión a las diez de la mañana.
Su vocación
¿Con cuántos años tuvo claro que lo suyo era la música?
–Yo empecé a estudiar música con 6 años, muy pronto, y con Luis Aramburu, además. Luego, estudié Enfermería y trabajé como tal, pero seguía con la música a tope. Después, tuve una beca de la Diputación... Con unos 26 años ya estaba dedicado a la música.
¿Hasta qué punto es fácil que un profesional de la misma pueda vivir de ella en estos momentos?
"No sé de qué manera y por qué razón se produjo la posibilidad de dedicarme a la gestión de las orquestas. Surgió esa oportunidad y así comencé, con la Sociedad Filarmónica de Las Palmas de Gran Canaria"
–Bueno, pues depende a lo que te dediques. En Vitoria, al principio, estuve trabajando como profesor del Conservatorio. Luego, como profesor y primer director de música de la Escuela de Música Luis Aramburu. Y después, no sé de qué manera y por qué razón se produjo la posibilidad de dedicarme a la gestión de las orquestas. Surgió esa oportunidad y así comencé, con la Sociedad Filarmónica de Las Palmas de Gran Canaria.
"Acababa de renovar y firmar otros cuatro años más con la Orquesta Ciudad de Granada cuando recibí la propuesta del Gobierno Vasco para incorporarme a Euskadiko Orkestra"
Tras ello, estuve unos ocho o diez años con la Orquesta de la Comunidad de Madrid y luego, cinco años con la Orquesta Ciudad de Granada. Y cuando acababa de renovar y firmar otros cuatro años más con ella fue cuando recibí la propuesta del Gobierno Vasco para incorporarme a Euskadiko Orkestra. No contaba con ello y no me habría ido de Granada a ningún sitio, pero, claro, esta oportunidad suponía volver a mi tierra, y de encargarme también del destino de la Euskadiko Orkestra, y de volver a mi madre, a mi suegro...
Su trayectoria
Uno de sus hitos destacados de su trayectoria, ha sido su impulso para la creación de la Escuela de Música Luis Aramburu. ¿Cómo consiguió su creación?
–Se creó en 1992, a raíz de la implantación de la LOGSE, que eso fue lo que cambió el plan de estudios de los conservatorios. Y aquí se puso en marcha rápidamente el poder crear una escuela de música de Vitoria, pero sin nombre. Durante ese primer año de la Escuela, la dirección estaba todavía dentro de la estructura del Conservatorio Jesús Guridi.
Al curso siguiente, fue cuando se pusieron en contacto conmigo para ver si quería hacerme cargo de la dirección y fue cuando decidimos ir a la calle Zapatería, al antiguo convento de las monjas “Aliadas”. Y empecé como director.
"El nombre de la Escuela de Música lo propuse yo porque Luis Aramburu fue mi primer profesor, le conocía personalmente y estuvo en esa presentación del nombre elegido"
Su nombre lo propuse yo porque Luis Aramburu fue mi primer profesor, le conocía personalmente y estuvo en esa presentación del nombre elegido. Fue un mes de diciembre, en el que estaba nevando espectacularmente. Y ahí se vino él, con su bastón, mayor, pero con mucha ilusión. Pero eso fue creciendo tanto que ya no entrábamos allí. Y empezamos a buscar un lugar más grande. Y se decidió ir a la Correría.
¿Y cómo la ve hoy en día?
"Está yendo muy bien de profesorado y de alumnado, tanto que ha crecido una barbaridad, así que, poco a poco, se está volviendo a quedar pequeña"
–Maravillosa. Somos muy amigos su actual director (Pedro Elósegui), un txistulari y persona extraordinaria, y yo. Cuando acabó su etapa como presidente de las Juntas Generales de Álava y le nombraron director, hice una visita con él a la misma y me pareció magnífica. ¿Pero qué ocurre? Que está yendo muy bien de profesorado y de alumnado, que ha crecido una barbaridad, así que, poco a poco, se está volviendo a quedar pequeña.
¿Hay alguna otra escuela o proyecto musical que se podría hacer en esta ciudad?
–Bueno, más que proyecto, lo que han decidido ahora, de incluir, dentro de la Escuela Música Luis Aramburu, a la Academia de Folklore, que ya lo han hecho, es importantísimo.