Marisol Díaz de Cerio, del día que lo cambió todo, solo se acuerda de dos cosas: De la fecha, porque era Santiago, y de que el diagnóstico era cáncer.
A partir de entonces, hubo un fundido a negro, porque en cuanto el doctor le comunicó que tenía un tumor infiltrante ductal, de tres centímetros, las palabras seguían saliendo de boca del facultativo, pero ella ya no escuchaba.
“Entré en shock”, recuerda esta mujer que para el 12 de septiembre de ese 2007 ya estaba operada de se bulto que notó en el pecho mientras se duchaba y cuyo caso ilustra a la perfección los 718 que se detectaron a lo largo de 2023 en todo Euskadi, 116 de ellos en territorio alavés.
Pese al mazazo de esos resultados, dos años después, en 2009, se animó a tomar las riendas de Asamma, la asociación alavesa de cáncer de mama y/o ginecológico, integrada en la actualidad por 180 socias, desde los 23 a 80 años, más 25 voluntarias, y que lanza un SOS para conseguir más ayudas económicas.
"La cuenta está bailando"
“Ahora mismo la cuenta la tenemos bailando. Subvenciones como tal, hay pocas y como cada vez hay más asociaciones, van rebajando el importe”, resalta Díaz de Cerio.
Pretenden seguir sosteniendo sus actividades, sobre todo las deportivas, porque normalmente, las subvenciones que consiguen se destinan a sus servicios, como el psicológico o el de fisioterapia.
Y es que se ha logrado aumentar la supervivencia media a cinco años hasta el 85%.
“Aunque, realmente, luego siempre tienes que estar pendiente”, matiza la presidenta de Asamma que esta semana ha participado en el encuentro de la federación estatal (Fecma) celebrado en Santander, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), para analizar la innovación y la inteligencia artificial en la atención oncológica, “que tiene muchas posibilidades que pueden ser positivas, pero hay que controlar su sistema para que no ponga en riesgo la privacidad de la información”, como ha concluido dicho evento.
La mayoría de participantes eran mujeres que han pasado por la enfermedad y que compartieron su experiencia para seguir avanzando en el conocimiento.
Ansiedad o miedos
En el caso de Asamma, por ejemplo, cada año, de media, una decena de alavesas, la mayoría residentes en Vitoria, llama a las puertas de su sede, en Pintor Vicente de Abreu, en busca de ayuda, sobre todo, psicológica.
Porque si algo tienen en común, es que “vienen tristes, con alto grado de ansiedad, por desconocimiento o miedos a lo que se van a enfrentar y a los tratamientos y también por ideas preconcebidas, como los de ‘quimio’, que han mejorado muchísimo”.
Su asociación está llena de testimonios como el de Txus Aguirrezabal, a la que diagnosticaron un cáncer de mama en el 2006. “Cuando escuche la palabra cáncer, me quede muda, sin palabras… lo único que pensé fue: ¿por qué yo?”, cuenta en un vídeo.
“El cáncer es un hachazo que paraliza tu vida y la de tu entorno. Hay que partir de cero y comenzar una nueva vida disfrutando más de todo”
“El cáncer es un hachazo que paraliza tu vida y la de tu entorno. Hay que partir de cero y comenzar una nueva vida disfrutando más de todo”, resume Díaz de Cerio.
Por eso mismo, en esta agrupación sus socias hacen terapia entre ellas hablando de sus dudas y miedos, ya sea en grupos, en su servicio psicológico o haciendo manualidades.
El tirón del tiro con arco
Si bien, una de sus actividades más demandas sigue siendo la de taichí, “que llena las clases enseguida, ya que mejora la concentración y relajación o la flexibilidad que pierdes en el brazo, porque como no lo muevas, se te queda tonto”.
Beneficios parecidos que se obtienen tras practicar yoga o pilates y zumba “que vienen también muy bien”, y una nueva que está teniendo una gran aceptación: el tiro de arco.
“El año pasado se hizo por primera vez un curso, después de que el club de tiro con arco, del Seminario de Vitoria (Arku Lagunak), viniera a ofrecérnoslo y se apuntaron unas cuantas porque nos dijeron que ayuda al brazo afectado a no tener linfedema”, detalla.
Tal ha sido su tirón que dentro de Asamma se ha creado un grupo, que se ha federado. Este fin de semana están en Tarazona (Zaragoza), en el Campeonato estatal para deportistas con discapacidad al aire libre.
“Están encantadas de la vida y todo esto, que te ayuda a juntarte, también contribuye a que te olvides del cáncer”, apunta certeramente la presidenta de Asamma.