Cruz Roja en Álava ha elegido la Semana de Pascua para impartir un novedoso curso en primeros auxilios dirigido a los más pequeños de la casa con el fin de que sepan cómo reaccionar ante una emergencia.
“Lo más importante es que sepan llamar al 112 y luego, cómo actuar ante un atragantamiento y cómo hacer una Reanimación Cardiopulmonar (RCP)”
“Lo más importante es que sepan llamar al 112 y luego, cómo actuar ante un atragantamiento y cómo hacer una Reanimación Cardiopulmonar (RCP)”, destacan Rebeca Berenguer, responsable de Educación, y Alejandra Díaz, técnica en cuidados de enfermería y trabajadora social.
El miércoles 23, en concreto, fue la fecha elegida para impartirlo, para que así las familias tuvieran menos problemas a la hora de asistir a él, teniendo en cuenta que como continúan las vacaciones escolares, no pocos progenitores han tenido que pedirse días libres para poder cuidar a su prole estos días.
La propia Díaz, de hecho, no dudó en llevar a su propia hija, de 8 años, a esta formación, impartida en su sede de Portal de Castilla, para que aprendiera.
Y ella, esta vez, acudió como espectadora, porque Ander López Torres fue la persona encargada de darla: “Parece que no pero a esas edades se preguntan cosas: qué pasa si me caigo o si sangro y les preocupa que sepan ayudar a su madre o padre, si se ponen malitos”, resalta.
Gran demanda
Allí, desde las cinco de la tarde y hasta la siete, se juntaron unas 22 personas: 11 adultos, sobre todo, amas, y otros tantos txikis, de entre 6 a 12 años, con los peluches que cada uno se trajo de casa, pero no como un objeto de apego al que aferrarse, sino para poder practicar con estos muñecos blanditos la Reanimación Cardiopulmonar (RCP).
“Hemos cerrado el curso en cuatro días porque tienen demanda, son muchas las familias y los txikis que nos paran cuando hacemos un acto en la calle, y porque hay un aforo determinado”, puntualiza Berenguer.
Con él, Cruz Roja pretendía crear "un espacio de prevención", en el que amas, aitas, abuelos, y hasta amigos “porque no tenían por qué ser un familiar directo”, pudieran aprender y saber cómo reaccionar ante una situación de emergencia.
"Superpráctico"
En definitiva, un taller infantil “superpráctico”. Por eso, se insistió en que memorizaran el número 112 “porque muchos de los accidentes ocurren en casa y es ahí donde se pueden ver solos, sin otras personas a las que acudir, si pasa algo: desde un infarto, a una caída... Que sepan llamar y que si eso sucede, tienen unas herramientas para poder actuar”.
Y que participen en familia es una forma también “lúdica” de que ambos, progenitores y niños, se formen en la importancia de primeros auxilios “y para que, por lo menos, se quite ese respeto para tener así esas nociones básicas que nos ayuden a actuar”.
Otros cursos
“Y luego tenemos otros cursos para las personas que quieran saber más, como los de 40 horas para la población en general (el próximo será del 16 al 25 de junio, de 9.00 a 14.00 horas) o los primeros auxilios a la infancia, dirigidos a personas adultas, y uno nuevo semipresencial de auxilios básicos, de 20 horas, que permite obtener titulación (parte virtual del 11 de junio al 11 de julio y sesión práctica el 28 de junio) y otro para saber usar el desfibrilador externo semiautomático (27 de junio)”, especifican.
Ese día también les enseñaron a diferenciar entre un atragantamiento completo, el parcial y la RCP. “Les damos también consejos. Lo principal es que los niños mastiquen muchas veces y que se les dé bien la comida bien cortadita”, resalta Díaz.
Qué no hacer
Y se echan por tierra ciertas leyendas urbanas. Entre ellas, “que no beban agua, si se atragantan (porque lo que no quieres es que vaya más abajo, sino hacia afuera), ni se tienen que dar palmaditas en la espalda, ni tragar pan para que pase bien la espinita del pescado. Lo que yo les digo en clase es que si pueden respirar, es que se pongan los pompones y que se animen a toser, que es lo que hay que hacer”.
Con los chalecos de formación de atragantamiento, que tienen para peques y adultos, también les enseñaron la maniobra Heimlich.
“Lo primero es hacer cinco golpes interescapulares (entre ambos omóplatos)”, precisan, y luego, hacer la maniobra que, como tal, consiste en contraer el diafragma para crear un mecanismo de tos artificial con la salida del aire para que el cuerpo extraño pueda salir.
Para ello, hay que inclinarse un poco hacia delante, tanto si lo hace usted mismo como si se lo hace a otro. En este caso, se pondrá por detrás: le coloca el puño por debajo de la caja torácica, agarra su puño y hace presión hacia arriba y hacia atrás.
“Al final, lo que nos terminan diciendo que qué necesario son estos cursos y que se tendrían que hacer desde los centros educativos (es por eso que Cruz Roja también los imparte en las escuelas a todas las que así lo soliciten)”, añade, por su parte, Berenguer.