Síguenos en redes sociales:

Comer sano puede prevenir la depresión y la comida rápida, favorecer un trastorno mental

La Psiquiatría concluye que la dieta puede ser un elemento protector o de riesgo para la salud mental

Comer sano puede prevenir la depresión y la comida rápida, favorecer un trastorno mentalEFE

Otra de las conclusiones extraídas de las jornadas de Psiquiatría que se celebran en Vitoria es que la dieta mediterránea puede ser un factor protector ante la depresión, mientras que la alimentación basada en comida rápida, carbohidratos refinados, grasas no saludables y ultraprocesados aumenta el riesgo de trastorno mental, confirma Eva Garnica, psiquiatra de la Red de Salud Mental de Bizkaia.

La psiquiatra explica que las personas con trastorno mental grave (esquizofrenia, trastorno bipolar o similares) mueren de media entre 15 y 20 años antes y que la principal causa de muerte, como en el resto de población, es la enfermedad cardiovascular.

Las investigaciones que han revisado la dieta de estas personas revelan que ingieren más comida rápida y ultraprocesados que alimentos propios de la dieta tradicional mediterránea.

Se están estudiando los beneficios en la salud mental del ayuno intermitente y de la denominada dieta cetogénica, sin azúcares y con menos carbohidratos

En general, los enfermos mentales graves comen menos vegetales, frutas, pescado, frutos secos y aceites vegetales e ingieren más refrescos, pasteles y dulces, azúcar en general, pan blanco, aceites hidrogenados y comida rápida. En cuanto a las grasas, se decantan más por saturadas y trans, y menos por otras saludables, como el aceite de oliva virgen extra y los frutos secos, por ejemplo.

La dieta mediterránea es una de las más beneficiosas.

AYUNO INTERMITENTE Y DIETA CETOGÉNICA

“Está demostrado que las dietas altas en azúcar y en alimentos procesados empeoran la salud cerebral y aumentan el riesgo de trastorno mental, mientras que la comida mediterránea mejora la ansiedad y la depresión, asiente la doctora, autora del blog www.nuecesparaelcerebro.com.

Hay evidencia científica –dice– de que la nutrición influye en el cerebro a través de dos vías principales. Una, la microbiota, un campo en el que se está investigando el potencial del trasplante fecal, el que ayuda a reemplazar algunas bacterias malas en el colon por otras bacterias buenas.

La otra es la inflamación. Hay dietas más inflamatorias, basadas en procesados, y dietas antiinflamatorias, como la mediterránea. Además, ahora, se están estudiando los beneficios en la salud mental del ayuno intermitente y de la denominada dieta cetogénica, sin azúcares y con menos carbohidratos.

La dieta cetogénica mejora enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson y las migrañas, y ahora se están haciendo estudios sobre su impacto en Psiquiatría, avanza Garnica.