Ser testigo de las curiosidades más recónditas del Belén Monumental es posible esta Navidad en Vitoria. A eso invita la propuesta liderada por el guía de turismo de la empresa local Guiartu, Arturo Martínez, bautizada como Ruta al Belén de La Florida; que se desarrolla este año por primera vez y que pretende rememorar viejos tiempos a más de un veterano y veterana de la capital alavesa.
Una visita pensada para grupos – de mínimo diez personas– y asociaciones en la que “se habla más de lo curioso que de lo religioso, intentando darle valor al nacimiento desde otro punto de vista”, según apunta a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.
Precisamente, de entre ese abanico de singularidades que aguardan algunas de las figuras a tamaño real del nacimiento, Martínez rescata ejemplos como que el buey y la mula –piezas esenciales de El Misterio– que destacan por “ser de las únicas que quedan del año 1962”. Eso y que “están cortadas por la mitad” porque “no cabían en la antigua cueva que había y tuvieron que serrarlas”.
“Se aprovecharon algunas de las primeras figuras, reconstruyéndolas y transformándolas en otros personajes”
Al igual que tampoco es extensamente conocido que la antigua escultura de la Virgen María es la actual lavandera del nacimiento. “Se aprovecharon algunas de las primeras figuras, reconstruyéndolas y transformándolas en otros personajes”, apostilla el guía local.
De ahí que este itinerario busque “entender” el belén a través de “su historia”. “Poniendo fechas”. Además, el recorrido está respaldado por un importante soporte fotográfico. En concreto, se trata de imágenes históricas rescatadas del Archivo Municipal.
Sus creadores
Con el Misterio, la Anunciación y la imagen de un arriero con burro, el nacimiento inició su andadura un 24 de diciembre de 1962, en una Vitoria completamente gélida que llegó a registrar 18 grados bajo cero. “Un día que ya no vamos a revivir”, apunta Martínez.
En este sentido, no pueden quedar al margen los autores de estos trabajos. “Queremos entender el belén a través de su historia. Esa que nos cuentan sus artistas y los personajes que lo constituyen”, señala el experto en visitas. “A través de anécdotas iremos desgranando la historia de las figuras y artistas relacionados con el belén”, especifica.
Aurelio Rivas es el creador de obras como la pastorcilla con el corderito en brazos o el Alfarero y Juanjo Eguizábal, del Carnicero o Herodes
Tirando de ese hilo constructor, el guía repasa el historial de algunos de ellos. “Las primeras figuras parten del equipo formado, entre otros, por Julián Ortiz de Villaspre, al que conocían como Jovi, y el artista Ángel Quintana. Esas primeras obras fueron creadas en escayola”, menciona el guía.
En ese mismo esquema, destaca como “otro de los grandes artistas” a Aurelio Rivas; en especial, a partir del año 1974. “Sus obras en madera, como la pastorcilla con el corderito en sus brazos o el Alfarero, son auténticas obras de arte”, resalta.
Asimismo, Juanjo Eguizábal, autor de El Caminante, “trabajó mucho la expresividad y la fuerza de los personajes fabricando en fibra de vidrio y poliéster”. En este sentido, señala el Carnicero o el rey Herodes como obras suyas.
A través de anécdotas, el guía turístico irá desgranando la historia de las figuras del belén así como la de sus autores
Pero el listado de artistas no termina ahí. Francisco Javier San Miguel destaca por ser el “que más obras tiene” y, “de Marko Ibáñez de Matauco, son los reyes actuales”.
El polémico mendigo
“También hay que resaltar que por estas fechas acompañando al nacimiento aparece un mendigo; obra de Chaten (alumno de Aurelio Rivas). Su polémica obra La otra cara de la Navidad nos viene a decir que en estas fechas no nos podemos olvidar de mucha gente que lo está pasando mal”, explica Martínez.
En ese brebaje artístico, también aparece el nombre de una mujer. El de María Escalera, autora que está detrás del Niño Jesús y que además participó en el modelado del pastor con la vaca y el arado.
Según avanza Martínez, el itinerario, de una hora de duración, es apto para todos los públicos; aunque con especial dedicación a todo el núcleo veteranos de Vitoria que fueron testigos del nacimiento del belén monumental en aquel año. “Que puedan recordar aquel momento”, expresa el guía.
Entrando en los detalles de la visita, el tour comienza en la puerta del Parlamento Vasco y seguidamente, la primera parada es el Jardín Secreto del Agua; donde estos días se alojan Olentzero y Mari Domingi. El punto y final de la visita es la puerta principal de la Catedral Nueva.
En este sentido, las personas que deseen sumarse a esta iniciativa grupal podrán hacerlo, hasta el 6 de enero, de lunes a viernes de 18.00 a 19.00 horas así como sábados y domingos de 11.00 a 12.00 por la mañana y de 18.00 a 19.00 horas por la tarde.
Asimismo, el precio es de doce euros por persona, en el que se incluye el guía oficial de turismo. Para reservar, proponen dos vías; a través del teléfono 616 20 36 56 o mediante la dirección arturoguiadeviaje@gmail.com.
Recorrido inclusivo
La inclusividad y la accesibilidad son factores que desde Guiartu tienen en cuenta a la hora de organizar las visitas al nacimiento. “Cambiamos el chip y ajustamos la ruta a esa persona o grupo. Por ejemplo, si tiene problemas cognitivos, repetimos las preguntas o le hablamos de forma más tranquila; haciendo otros guiños en cuanto a la ruta, dejando a un lado la parte más numérica y prestando más atención a los sonidos de fondo, al tacto. Porque no deja de ser un belén donde hay árboles centenarios”, asegura Martínez
En el caso de aquellas personas en situación de discapacidad física, el recorrido está pensado para evitar problemas de accesibilidad; como desniveles bruscos o escaleras. Además, se tiene en cuenta, a la hora de las explicaciones, el alcance visual que puede tener una persona en silla de ruedas y que, en todo momento, los accesos sean amplios para posibilitar la entrada de manera autónoma.
Casetas que destacan
Como en cada nacimiento, existen figuras que, por diversos motivos, logran atrapar la mirada de aquellos que gozan de un tranquilo paseo por las casetas vitorianas. Martínez lo sabe. “Cuando pasas por el Herrero o el Alfarero, y les explicas que es de las pocas joyas hechas a madera, las cosas cambian”, señala.
Por ello, a lo largo del encuentro “intentamos que no solo paseen, sino que se detengan en cada una de ellas y busquen distintas curiosidades. Creo que ese es el punto fuerte de la visita”.