Vitoria lleva una década inmersa en obras para prevenir inundaciones tanto al norte como al sur de la ciudad, tras las crecidas del cauce del Zadorra y de los ríos Batán y Zapardiel.
En este marco, Gasteiz anuncia que ha finalizado ya la obra de la balsa de Larragorri, que ya puede funcionar. La nueva infraestructura tiene capacidad para laminar hasta 130.000 metros cúbicos de agua.
Por el contrario, no hay avances con los propietarios del suelo par el tema de las graveras de Lasarte, también en la zona sur de la ciudad.
“Habría que expropiar y aún no se ha abordado esa cuestión debido a su complejidad”, indica el concejal de Limpieza, Pascual Borja.
Astegieta, pendiente
En el aire está igualmente la fase de Astegieta.
El Ayuntamiento se comprometió a poner los terrenos a disposición de la agencia vasca del agua URA, pero está en fase de determinar la titularidad de las propiedades para iniciar la expropiación.
Son más de 30 parcelas afectadas de empresas, juntas administrativas, ayuntamientos..., explica Borja a Elkarrekin.
En cuanto a la fase III, al norte, en las inmediaciones de la carretera N-622, falta determinar cómo se va a articular la financiación.
El concejal Borja se muestra convencido de que “llegaremos a un acuerdo entre las instituciones".
Coincide Borja con la formación morada en que urge trabajar en la prevención de inundaciones, pero puntualiza que son procesos complejos que lleva tiempo ejecutar.
Precipitaciones
“El embalse de Ullibarri está al 75% cuando el año pasado por estas fechas estaba al 56% de su capacidad, y se sabe que el riesgo de inundaciones es mayor cuantos más episodios de lluvia hay. Por ello, las obras son urgentes”, reclama Elkarrekin.