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El veto a los patinetes eléctricos en el transporte público se mantiene meses después como única solución al riesgo de incidentes

El informe vasco que aconseja la prohibición, alerta de consecuencias “catastróficas” en caso de explosión o incendio

El veto a los patinetes eléctricos en el transporte público se mantiene meses después como única solución al riesgo de incidentesAlex Larretxi

Álava y Vitoria han decidido mantener la prohibición de viajar con patinete eléctrico en el transporte público. También están vetados en Metro Bilbao y Euskotren, a raíz de un estudio propio que analiza la seguridad de patinetes y monociclos eléctricos.

Concluye que no cabe permitir viajar con este tipo de elementos de movilidad personal ante el riesgo de explosión de las baterías eléctricas.

Incidente en un establecimiento de patinetes eléctricos.

El veto, unido al aumento del uso de los patinetes eléctricos entre la ciudadanía ahonda en el debate abierto sobre la proporcionalidad de la medida.

Hay defensores y detractores pero, de momento, gana la limitación, ya que las entidades competentes entienden que no se puede garantizar la seguridad de los usuarios ni del servicio.

Patineteros

Por contra, la asociación vitoriana de patinetes eléctricos considera que la prohibición es una medida “desproporcionada e injustificada”.

Además, cree que perjudica a toda la población, tanto si utiliza patinete eléctrico, como si se beneficia indirectamente de su uso. Pese a sus intentos a lo largo de este primer trimestre del año por darle la vuelta a la normativa, las autoridades no han levantado una restricción adoptada en su día como provisional.

Riesgo

He aquí las razones por las que se sigue considerando un riesgo, tanto para las personas como para el transporte público.

Ahonda en la cuestión un informe del ejecutivo vasco al analizar y valorar el riesgo de viajar con patinetes eléctricos y monociclos en medios de transportes vascos.

Así, aconseja su prohibición como única solución viable desde el punto de vista de la seguridad de viajeros y viajeras.

De esta manera, sigue la política adoptada en ciudades como Londres, Barcelona y Madrid, tras sufrir ocasionales accidentes que causaron daños en las instalaciones, intoxicaciones de personas y afectaron a la prestación del servicio.

“Ante la imposibilidad de controlar este tipo de vehículos, la única solución es su prohibición”, indica el texto.

Sin casos en Euskadi

Sin embargo, la valoración no acaba de convencer a los patineteros. Argumenta el colectivo que se alegan motivos de seguridad y riesgo inasumible, pero en base a unos casos absolutamente excepcionales y leves.

“Es una casuística estadísticamente irrelevante, frente a millones de desplazamientos en patinete eléctrico”, señala la asociación de Vitoria.

En patinete por las vías del tranvía.

Además, recuerda que en Euskadi no se ha dado ningún caso. 

“Por poner un ejemplo, en 2018, una deflagración de un portátil en un túnel del metro generó 12 víctimas leves (9 por ansiedad) y no se ha prohibido llevar ordenadores en el transporte público”, pone como ejemplo.

Antecedentes

En octubre de 2021, un monociclo eléctrico explotó en una estación del metro de Londres. Pocos días después, el 1 de noviembre, un patinete eléctrico se incendió en el interior de un vagón mientras el tren estaba parado en una estación de la misma red de metro.

Por ello, la autoridad del transporte londinense prohibió en diciembre de ese mismo año el transporte de patinetes y monociclos eléctricos en todos lo metros, tranvías, autobuses y trenes londinenses.

En noviembre de 2022, un patinete eléctrico explotó en el interior de un vagón de ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya. Un mes después llegó el veto temporal.

De temporal a indefinida

Después, en febrero de 2023 se tomó la decisión de prohibir la entrada en el transporte público a estos vehículos durante seis meses, bajo su responsabilidad.

Sin embargo, tras una prórroga posterior, la suspensión temporal se convirtió en indefinida.

También en octubre de 2023, en el interior de un vagón de la línea 2 del metro de Madrid estacionado en La Elipa, un patinete eléctrico explotó, tras incendiarse, causando severos daños materiales en el tren.

Debido a este suceso, un mes después, el consorcio regional de transportes decidió vetar temporalmente la entrada de patinetes y monociclos eléctricos a la red de transporte público de la región, estaciones e intercambiadores incluidos.

Ejemplos de prohibición

  • En Álava. La medida afecta a todas las líneas de Alavabus y Transporte Comarcal, incluidos los servicios de acercamiento en las zonas de Okina con Vitoria-Gasteiz, y de Artziniega. Y concesión de transporte interurbano de viajeros por la carretera A-3700 Bilbao-Vitoria.
  • En Vitoria. La prohibición afecta a todas las líneas de los autobuses urbanos de Tuvisa y al tranvía.
  • En Euskadi.Metro Bilbao y Euskotren se han sumado a la prohibición.
  • En Bizkaia. En la misma línea se ha posicionado la Diputación Foral de Bizkaia con la prohibición en los autobuses de Bilbobus y Bizkaibus. 
  • En otras ciudades y países. Se han sumado a la medida la Autoridad de transporte londinense, ATM de Barcelona, Consorcio regional de transportes de Madrid, Renfe…

¿Dónde está el riesgo?Con el histórico de sucesos ocurridos entre 2021 y 2023, la probabilidad de que ocurra un incidente por incendio o explosión de un patinete eléctrico no es frecuente, pero sí ocasional.

Gravedad de los incidentes

Sin embargo, la severidad de los accidentes, generalmente originados en las baterías, puede tener consecuencias “catastróficas” cuando suceden en el interior de un medio de transporte público, con muchos usuarios y circulando por lugares imposibles de evacuar de forma inmediata.

“Todo ello nos lleva a considerar que el riesgo de incendio o explosión es intolerable”, valora el estudio que esta semana se ha llevado al consejo de Tuvisa.

Incendio

Sobre las causas de los incidentes, revela el informe que la frecuencia de los incidentes relacionados con fuego está ligada a la calidad de los materiales usados en la fabricación, el cumplimiento de la normativa europea de diseño y a un buen mantenimiento de los sistemas.

Desplazamiento en patinete.

Cuando un cliente monta en un autobús, por ejemplo, con un patinete eléctrico, entraña un riesgo, puesto que el transporte público está diseñado para retardar la propagación del fuego y, de esta manera, reducir la gravedad de los accidentes.

Sin embargo, al transportar elementos externos al propio autobús, tren o tranvía, se reduce su capacidad mitigadora y aumenta el peligro para las personas viajeras.

Pánico

Si coincide, además, con una alta ocupación, dificultad de desalojo, humo tóxico y deflagración, las consecuencias pueden ser “catastróficas y difíciles de controlar”, advierte el informe. 

A dichos factores cabe sumar las situaciones de pánico que se generan en estas situaciones y el alto riesgo de atropello cuando las personas intentan abandonar el medio de transporte que en ese momento circula alejado de paradas y estaciones.

Bombonas de butano

“Resulta prácticamente imposible diseñar medidas para minimizar la severidad de las consecuencias; eliminar los patinetes es la medida a adoptar”, ratifica el texto.

En definitiva, se trata de una medida preventiva que ya se lleva a cabo en otras situaciones, caso de la prohibición de viajar en transporte público con depósitos de combustible, bombonas de butano e, incluso, globos de helio.