Las personas amantes de la micología en el Valle de Ayala tienen esta semana puesta su mirada en el municipio de Amurrio, pues llega a su fin la vigésimo primera edición del Mikoturismo Egunak. Es decir, las jornadas que dedica el municipio a la gastronomía micológica, que dieron comienzo hace tres semanas y que, como dicta la tradición, tendrán su broche de oro –entre las 11.00 y las 14.00 horas de este domingo en el frontón municipal– con la exposición de ejemplares que organiza cada año la Sociedad Micológica local Arriola.

Cesta de ‘Cantharellus’.

Su objetivo siempre ha sido, y sigue siendo, acercar al público un catálogo de setas y hongos de la comarca y alrededores lo más heterogéneo y amplio que les permita la climatología. Un trabajo arduo que, en las últimas ediciones, se ha estado viendo dificultado por la sequía que ha traído el cambio climático. De hecho, en 2023 solo lograron reunir 407 especies, de las algo más de 700 que se sabe configuran el rico catálogo micológico de los montes del entorno; y en esta ocasión –según ha avanzado a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el presidente de Arriola, Fernando Eguíluz–, “no sabemos realmente lo que va a pasar, aunque las previsiones son de que haya poca cosa, porque la temporada, no solo aquí, sino también en Navarra o Soria, y a nivel muy generalizado, está siendo realmente extraña”.

De hecho, “a finales de septiembre hubo un brote y el monte estaba muy bonito, pero ahora, quitando Cantharellus que hay bastante, el resto de especies no termina de salir, y también esta pasando con las moras que siguen rojas y no maduran, y las que sí, no están dulces. Es todo muy extraño, porque calor ha hecho y lluvia también, no se entiende, hay algún factor externo que se nos escapa, pero mientras no llegue el frío, hay esperanza y, de hecho, tenemos en previsión que haya un segundo brote. El cuando esta por ver”, resume, quien siente ya como un sueño lejano aquellas exposiciones en las que llegaron a superar las 600 especies.

La sorpresa como plus

Con todo, Eguíluz también opina que la magia de la micología está, precisamente, en la sorpresa. “Si fuese una ciencia exacta como las matemáticas, que sabes que tal día en tal sitio vas y coges, perdería su encanto. Ese subidón de adrenalina que te da el pasar por un sitio en el que nunca encuentras nada y, de repente, llenas la cesta, es indescriptible”, reconoce, quien no obvia que también resulta muy frustrante que campas que todos los años solían estar rebosantes de champiñones “esta temporada no ha salido ni uno. Pero ya saldrán, digo yo”, apostilla, convencido de que las condiciones son las óptimas para que llegue la ansiada eclosión de especies, mientras el mercurio de los termómetros no caiga en picado con la llegada del crudo invierno.

También educación

Otro de los empeños en los que no cejan desde Arriola es en el de educar en materia micológica a la población, desde el respeto absoluto al entorno. Para ello, a partir de las 18.00 horas de este sábado, animan a acudir al frontón para presenciar los preparativos de la muestra dominical. “Quien este interesado puede acercarse, para ver de primera mano cómo llevamos a cabo la correcta clasificación y etiquetado de las especies recogidas en los montes, con la ayuda de nuestro colaborador y experto habitual, el micólogo Alberto Villanueva, e incluso traer las setas u hongos que hayan obtenido por su cuenta para que las sumemos a la muestra”, apunta Eguíluz.

Asimismo, los de Arriola continuarán –“de momento hasta diciembre, aunque de salir ese ansiado segundo brote igual lo alargamos hasta enero”, avanza– todos los lunes entre las 18.30 y las 19.30 horas, en su sede de la casa de cultura, ofreciendo su ya habitual servicio de asesoramiento gratuito para aclarar dudas y ayudar a la población en la identificación de los ejemplares, en aras de evitar sustos por ingestas de especies venenosas, e incluso mortales.

De hecho, lo atípico de esta temporada esta dando más de una sorpresa. “Yo mismo he cogido un tipo de boletus que no veía hace 15 años por aquí, y el otro día nos trajeron una especie similar al perretxiko de primavera, que esta saliendo ahora en altura, y no habíamos visto nunca por la comarca”, asegura.

Pintxos y montaña

Donde no hay riesgo alguno en materia de intoxicaciones, es en las barras de los ocho bares del municipio que se han sumado al concurso de pintxos de setas y hongos convocado desde el Ayuntamiento dentro del programa del XXI Mikoturismo Egunak. Se trata del Albizabal, Atxubi, El Desván, Lasai Taberna, El Rinconcito, Taberna Frontón, Txoko Gorri y Ustai, que ofrecerán sus creaciones a la clientela, de 12.00 a 14.30 horas, durante este sábado y domingo, en su esfuerzo por hacerse con el premio de 200 euros mas placa, que irá al mejor pintxo por elección del jurado, y los 150 euros más placa, que le corresponderán al mejor por votación popular.

Para tomar parte en esta valoración será necesario probar un mínimo de seis pintxos. Las papeletas de votación podrán depositarse, hasta las 10.00 horas del 5 de noviembre, en las urnas que se han colocado para tal efecto en la Casa de Cultura y el Ayuntamiento, además de en la exposición de Arriola del domingo en el frontón, y entre las personas participantes se sortearán dos premios de 200 euros cada uno. Asimismo, los restaurantes Abiaga, Bideko y Ustai seguirán ofreciendo durante este fin de semana suculentos menús elaborados también con setas de temporada.

Además, el cierre del Mikoturismo Egunak del domingo coincidirá en Amurrio con la celebración de la marcha de la Federación vasca de montaña (controlada, no cronometrada) Gorobel que, bajo la organización de Mendiko Lagunak, recorre desde hace 38 años la Sierra Salvada. Un máximo de 1.200 personas podrá recorrer los 36 kilómetros del itinerario (también hay alternativas de 25 y 11 kilómetros) que, con meta y salida en la plaza Juan Urrutia, ascenderá por Burubio, Atxondo y Goikolandeta hacia Pico del Fraile, para así conmemorar que el pasado 16 de marzo se cumplieron cien años desde que Ángel Sopeña lo holló en solitario, en la considerada primera escalada deportiva del alpinismo vasco. Después el recorrido continuará por Txarlazo, Txolope y Bedarbide hasta alcanzar el refugio Goizale y, desde Ponata, descender de nuevo a Amurrio por Senda Negra, Lendoño de Arriba y Mendaika, en lo que volverá a ser un día de disfrute en la montaña, deteniéndose para tomar fotografías, vídeos o simplemente observar el paisaje. Una parte de la inscripción ir a parar a la asociación SOS Himalaya, Fundación Iñaki Ochoa de Olza.