"Hoy no hay intérprete. ¿Cómo me voy a comunicar? ¿Cómo voy a estudiar? No puedo estudiar, no puedo trabajar. No entiendo. Estoy en clase y me aburro. Esta semana no ha habido intérprete, y la semana que viene no lo sé. Es igual que el año pasado. Vaya chasco".

Así es como se siente Nahia, una joven estudiante de Vitoria de 15 años que este año tiene que volver a enfrentarse a un grave problema en su instituto que ya le afectó el curso pasado.

Frustrada y muy enfadada, ha grabado un vídeo utilizando la lengua de signos para explicar que ha comenzado el curso y ya lleva dos días sin intérprete.

Tal y como explica su madre Blanca a este periódico, la situación es insostenible porque su hija "no está en igualdad de condiciones que sus compañeros de clase".

"Cada día depende de que su intérprete no se coja una baja para poder seguir las clases con normalidad, en las mismas condiciones que el resto de los alumnos".

Nahia tiene 15 años, es una persona sorda signante y estudia en el instituto público de Lakua de Vitoria.

Tal y como han denunciado en más de una ocasión, lo que sucede es que hoy en día "los alumnos y alumnas sordas de Vitoria y del resto de Euskadi no tienen garantizado el derecho de recibir las clases todos los días en su lengua, la lengua de signos", como le ocurre a Nahia en su instituto de la capital alavesa.

Según explican sus padres en un escrito que han entregado en el propio centro escolar, "el curso pasado ya estuvo más de dos meses sin ILSE (la intérprete) y ahora se vuelve a repetir".

¿Por qué no se le sustituye si está de baja?

El centro público le asigna una intérprete al inicio de curso a esta estudiante de Vitoria, pero si esta profesional está de baja, "en la Bolsa de Empleo no hay nadie para poder sustituir a la intérprete de lengua de signos".

El año pasado, como "parche" explica Blanca, desde el Gobierno Vasco optaron por dos pedagogas terapéuticas, que tal y como denuncia esta familia de Vitoria, "no están formadas para interpretar, por lo que Nahia no pudo seguir las clases como sus compañeros durante lo que duró la baja de la intérprete".

"La solución: formar en la universidad a intérpretes"

"Es muy triste tener que depender siempre de que la intérprete no se coja la baja, porque la falta de accesibilidad continúa dificultando la igualdad de los estudiantes sordos", señalan los padres de la joven vitoriana.

La familia de Nahia y ella misma saben cuál es la solución: hay que formar en la universidad a intérpretes de lengua de signos en Euskadi y con buenas condiciones laborales.

Son muchas las familias de Vitoria y del resto de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa que se alinean en sus reivindicaciones con Eshie, la asociación de Intérpretes de Lengua de Signos y Guías-Intérpretes del País Vasco.

Urgen a las instituciones vascas la implantación de estudios universitarios de la lengua de signos con una titulación oficial para salvaguardar los derechos lingüísticos de las personas sordas y sordociegas.

Llevan años luchando por la creación de un grado universitario de cuatro años en Euskadi "público, de calidad y gratuito".

Por lo que exigen a la UPV y al Departamento de Educación del Gobierno Vasco la puesta en marcha de un grado universitario con cerca de 4.000 horas de formación.

Acaba de empezar el curso escolar, y en Vitoria los padres de Nahia no van a detenerse.

Peio y Blanca lo tienen muy claro: seguirán con su lucha para que la Administración vasca se encargue de que haya una intérprete a lo largo de todo el horario escolar de su hija.

Es decir, para que Nahia pueda entender todos los contenidos impartidos en el aula, al igual que sus compañeros.