De verla abierta siete días a la semana durante más de medio siglo en Vitoria, a pasar ahora y ver la persiana bajada.

Una imagen que ha dejado estos días a un barrio de la capital alavesa 'un poco más huérfano'.

Sin relevo generacional para continuar, una pequeña tienda de Coronación ha echado el cierre por jubilación.

Uno de los negocios de toda la vida y con más historia de la ciudad se ha despedido de sus clientes, ha bajado la persiana y ya ha colgado el cartel de 'se alquila'.

En la calle Domingo Beltrán, justo en la esquina con la Plaza de la Ciudadela al lado del Ambigú, ha estado desde hace más de 50 años la famosa tienda de golosinas, revistas, periódicos y juguetes de Coronacion.

Muñecas difíciles de encontrar en otras tiendas

Un pequeño local de barrio que regentaban tres hermanas, que abría siete días a la semana y que tenía un escaparate que siempre ha llamado mucho la atención en Vitoria por la cantidad de revistas que colgaban y por los juguetes, sobre todo, las muñecas de toda la vida que eran las auténticas protagonistas y que ya no eran tan fácil de encontrar en otras tiendas.

Esta semana muchos vitorianos al pasar y ver la tienda cerrada, no han podido evitar recordar su infancia con nostalgia en este y otros pequeños comercios del sector "donde se gastaban la paga".

"Me vendían a mí, luego a mis hijos y ahora a mis nietos"

Vecinas de Coronación decían que "ha sido una tienda por la que han pasado varias generaciones a comprar chuches, nosotras, nuestros hijos, y hasta ahora los nietos cuando venían de visita".

Con clientes de toda la vida, hasta este comercio también llegan muchos vecinos de otros barrios y gente de paso al cruzar por Coronación y ver el escaparate.

Basta con darse una vuelta por distintos barrios de Vitoria para darse cuenta que cada vez son menos las tiendas de golosinas de toda la vida que sobreviven.

Hablamos de las tiendas de golosinas, todo un referente para los vitorianos que en las décadas de los 80 y 90 crecieron en los barrios de la capital alavesa.

Porque de pequeños todos teníamos al lado de casa la tienda o el kiosko al que e ir los sábados y domingos a gastar la paga en golosinas, en una época en la que la vida familiar se desarrollaba principalmente en los barrios.

Pero hoy en día son pocas las que han sobrevivido al paso del tiempo.

La llegada de los centros comerciales a Vitoria y el cambio de hábitos de las familias alavesas ha provocado que muchas hayan tenido que bajar la persiana.