Para el concejal de Modelo de Ciudad y Medio Ambiente de Vitoria, Borja Rodríguez, es “razonable” que por parte del Centro de Estudios Ambientales (CEA) se dé “una repensada” al servicio de alquiler de bicicletas en Ataria, teniendo en cuenta que su demanda es “casi nula”, que es “imposible” controlar su uso dentro del parque, lo que crea “conflictos” con los viandantes, y porque “se sacrifica” el espacio bajo la cubierta del edificio, que ante inclemencias meteorológicas, podría destinarse a otras actividades.
En este sentido, y tras la pregunta que le hizo este martes en comisión municipal EH Bildu sobre la valoración de este servicio y medidas previstas para reforzarlo, Rodríguez propuso, como ejemplo, que su nuevo uso podría ser “para visitas guiadas dentro de este parque”.
Durante su comparecencia en dicha sesión municipal, también actualizó las cifras de este servicio de préstamo de bicicletas, que dispone, en concreto, de 38 de estos vehículos (siete de ellas para infantil, 30 para personas adultas y un triciclo). “La media es de de 2,15 alquileres diarios”, detalló.
"La mayor parte de la ciudadanía tiene una"
Por tanto, para el edil de Modelo de Ciudad y Medio Ambiente “teniendo en cuenta que su demanda es reducida, por no decir nula, había que darle una repensada a este tipo de servicio y ver hacia dónde vamos. Y también porque hay una realidad con el uso de bicicletas en Vitoria, que no la tienen todas las ciudades: que la mayor parte de la ciudadanía tiene una, por lo que el uso de este tipo de servicios, disminuye”.
RESPUESTA DE EH BILDU
El edil de EH Bildu, Xabier Ruiz de Larramendi, “se temía una respuesta de este estilo” y, a su juicio, “es una privatización de libro porque es un servicio que están dejando de lado”. En este caso, “dando facilidades a la competencia” que le ha salido a este servicio municipal: el que ofrece la cafetería de Ataria y que está teniendo ya “un impacto” en él y eso que es “mucho más caro, porque sale a 15-25 euros las cuatro horas, en comparación con la cantidad simbólica de poco más de uno euro que se cobra en el municipal desde que dejó de ser gratuito”.
Tachó también de “argumentación peregrina” la respuesta del concejal, dado que “¿quién iba a poner en marcha un servicio en ese punto si no fuera rentable? ¿Qué razón hay si esto suponía un gasto mínimo y que ha funcionado durante décadas?”