El Ayuntamiento de Vitoria ha recordado este miércoles al concejal del PP de Ermua, Miguel Ángel Blanco, secuestrado y asesinato por ETA hace 27 años, porque es necesario mantener vivo el recuerdo a las víctimas de la banda terrorista ya que la memoria "combate la intolerancia".

Así se ha expresado la alcaldesa de Vitoria, la socialista Maider Etxebarria, durante una ofrenda floral en el monolito que recuerda a las víctimas del terrorismo en la que han participado concejales de todos los grupos municipales.

También han asistido, entre otras autoridades, la consejera vasca de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José, y el diputado general de Álava, Ramiro González, así como procuradores de las Juntas Generales y miembros de la Policía Nacional, de la Guardia Civil y de la Ertzaintza.

La alcaldesa ha recordado que tan solo hace unos días desconocidos arrancaron la placa que el Ayuntamiento de Vitoria colocó el pasado mes de enero en homenaje a Miguel Ángel Blanco, y que ya ha sido repuesta. En ese lugar, en el barrio de Txagorritxu, también hoy la corporación colocará unas flores.

Ha señalado que este acto es un gesto de compromiso, de recuerdo, de defensa de los derechos humanos, de la libertad y de la democracia, así como de condena ante el "fanatismo terrorista".

"Fueron demasiados años de asesinatos, amenazas, señalamientos públicos, secuestros y de un odio latente e insoportable", ha dicho la alcaldesa, que ha reivindicado la necesidad de mantener vivo el recuerdo de las víctimas frente a la barbarie.

Fundación

También ha intervenido en este homenaje Daniel García, representante de la Fundación Miguel Ángel Blanco, que ha leído un manifiesto en el que ha recordado que el concejal fue secuestrado el 10 de julio de 1997 y asesinado dos días después "sin la más mínima piedad".

García ha destacado que Miguel Ángel era un joven comprometido y valiente que defendía sus ideas sin complejos y ETA le eligió "por su cobardía y odio" y porque "no podía permitir que hubiera vascos que se sentían también españoles y que se enfrentaran al totalitarismo terrorista".

Ha recordado que la respuesta de la sociedad tras el asesinato fue "ejemplar", convencida de que había que parar a ETA y aislar a su entramado social y político.

Sin embargo, ha lamentado que el relato final está todavía hoy en día sin construir y tiene que basarse en una memoria ligada a la justicia.

Se ha conseguido, ha continuado, derrotar políticamente a ETA pero no se ha logrado "que triunfe un relato inequívoco de derrota social y política de tantos años de terrorismo".

En 2024, ha denunciado, sigue habiendo legitimación del terrorismo, se siguen organizando homenajes a los terroristas, mas de 300 asesinatos continúan sin resolverse y "las marcas políticas herederas de ETA siguen sin condenar los asesinatos".