En verano la gente sigue haciendo gimnasia en Vitoria.

Las actividades deportivas no paran y las clases de los centros cívicos se llenan de alumnos desde primera hora tanto en julio como en septiembre.

Condición física, GPump, gimnasia de mantenimiento,... son muchas las opciones que hay. Eso sí, se concentran de lunes a jueves, y no hasta el sábado como el resto del año.

En Salburua, desde las ocho y media de la mañana, una veintena de usuarios (los más madrugadores) ya están en su clase de condición física los martes y jueves.

Pero la polémica en este centro cívico de Vitoria sigue en verano.

Y es que el conflicto que ha envuelto a estas instalaciones municipales durante el curso se repite de nuevo este mes de julio, un problema sin solucionar que arrastran los usuarios desde hace años.

Lo que sucede es que la confrontación continúa entre alumnos y monitores de dos actividades muy diferentes que se imparten a la misma hora.

Este mismo jueves, la inesperada reacción de una profesora ha dejado sorprendidas a varias alumnas que estaban haciendo gimnasia en una de las salas, "al entrar en mitad de la clase y preguntarles si era necesaria tener la música tan alta".

"Siempre ha habido quejas"

Es precisamente el volumen de la música lo que genera malestar y enfado en el centro cívico de Salburua de la capital alavesa, un problema que arrastra esta instalación deportiva municipal desde hace mucho tiempo.

Algunos alumnos van incluso más allá: "ocurre desde siempre; siempre ha habido quejas del personal de oficinas, o de gente que está en la sala de arriba estudiando o de alumnos que hacen yoga".

Interior del centro cívico de Salburua

A pesar de ser uno de los centros cívicos más nuevos de Vitoria, abierto en el año 2015, hay un grave problema de insonorización que está afectando a diario a los usuarios, también en verano.

Lo que sucede es que los alumnos de actividades tan dinámicas como GPump hacen los ejercicios al ritmo de la música, pero a un volumen que "molesta a sus compañeros de otra sala", los usuarios que practican a la misma hora actividades más relajantes como tai-chi o yoga.

Algo tan sencillo como no programarlas a la vez

Para evitar que la música 'se cuele' en la parte alta del centro cívico o en otras clases cercanas, las salas donde se imparten las actividades deportivas desde primera hora de la mañana permanecen la mayor parte del tiempo con las puertas cerradas.

Un problema que provoca malestar y enfado de alumnos y monitores por la "falta de ventilación y por el excesivo calor" que se llega a concentrar en estas salas de deporte, "con gente que termina la clase asfixiada", explican los propios afectados: "así no podemos seguir".

Algo tan sencillo como evitar programar a la misma hora dos actividades tan diferentes parece que de momento no tiene solución.

Ante esta situación incómoda para monitores y usuarios, alumnos y profesores instan al Ayuntamiento de Vitoria a buscar una solución para evitar que las clases donde se imparten las actividades deportivas tengan que "estar cerradas llegando a alcanzar temperaturas muy elevadas algunos días".