La Audiencia de Álava ha juzgado este miércoles a un hombre acusado de agredir sexualmente de manera continuada a una mujer, hija de su pareja y discapacitada intelectual, para quien la Fiscalía pide 13 años y 8 meses de prisión.

Los hechos sucedieron en octubre del 2021. Según la declaración de la acusada y de los testigos, el hombre, de más de 60 años, y la mujer, de 34 entonces, se quedaban solos en la casa cuando la madre de la víctima y pareja del acusado se iba a trabajar a las 5 de la mañana, hasta que a las 9:00 la víctima entraba en un centro ocupacional.

Amenazas

Según la declaración de la víctima, fue al quedarse a solas cuando el acusado la agredió sexualmente, con penetración y tocamientos de pecho y vagina. La víctima consintió bajo la amenaza de que el hombre iba a pegarle si no lo hacía, aunque no ha recordado cuántas veces ocurrieron estas agresiones sexuales.

La situación salió a la luz cuando la víctima estaba de compras con su taller del centro ocupacional, y en una tienda, cuando no podía ponerse el sujetador, la monitora le preguntó quién se lo ponía. Ella dijo entonces que se lo ponía el acusado, pero que a ella no le gustaba. La monitora, al volver al centro, comunicó la situación y las responsables del centro se entrevistaron con la mujer.

Desde el centro ocupacional

Entonces, la víctima les comentó las agresiones recibidas. Las responsables del centro ocupacional llamaron a la madre para decirle que tenían algo importante que decirle, pero ella no fue. No obstante, al día siguiente la madre le preguntó a su hija directamente qué había pasado y la hija le narró los hechos. El acusado le dijo que cómo podía creer eso, pero esa misma mañana el hombre se fue de la casa.

Sin libre consentimiento

Tanto los testigos responsables del centro ocupacional como los peritos han destacado que la víctima mantuvo el relato de los hechos, aunque a veces variaba algo las versiones. También los médicos han explicado que la discapacidad intelectual que sufre la víctima afecta a su libre consentimiento para mantener una relación sexual, aunque sabe lo que son las relaciones sexuales y tenía novio desde hace años.

El acusado ha negado todas las acusaciones y ha sostenido que no tuvo ningún tipo de contacto sexual con la víctima.

La acusación particular pide 15 años

Finalmente, la Fiscalía ha mantenido su petición de 13 años y 8 meses de prisión por un delito continuado de agresión sexual con el agravante de convivencia y discapacidad. La acusación particular ha elevado la petición a 15 años, mientras que la defensa ha pedido la libre absolución por entender que no hay más pruebas que el testimonio de la víctima y que está condicionado por su discapacidad intelectual.