El Ayuntamiento de Vitoria mantiene su intención de construir una nueva cocina central para elaborar menús de personas mayores, pero no ahora sino cuando haya dinero.
Así lo ha manifestado hoy el concejal de Políticas Sociales, Lucho Royero. De momento, el gobierno municipal ha elegido una parcela para cuando haya presupuesto, pero prefiere no comunicar dónde está.
“Tenemos el objetivo de hacer una nueva cocina fuera de las instalaciones del CIAM San Prudencio y parcela pensada, pero necesitamos tiempo e inversión”, indica Royero.
Cocina central
El debate sobre la necesidad de una nueva cocina central en Vitoria regresó ayer a la comisión municipal de Políticas Sociales, ya que la del CIAM San Prudencio se ha quedado obsoleta y sin capacidad para cocinar muchas más comidas.
EH Bildu y Elkarrekin volvieron a explicar su postura. Ambas formaciones consideran que la ciudad necesita diferentes modelos de cocina, no solo grande, también otras complementarias de mediano y menor tamaño para no depender de la central, visto que la demanda de comidas va en aumento, tanto porque crece el número de personas mayores en la ciudad, como por las nuevas plazas de comedor que se van a abrir a medio plazo.
Listas de espera
Así, la coalición soberanista aboga por no restar recursos por el hecho de que la cocina de San Prudencio se haya quedado pequeña. Señala que son 605 las personas en listas de espera y se van a crear 160 nuevas plazas.
“El modelo tiene que ser de cocinas grandes, medianas y pequeñas en los barrios. Todos los nuevos recursos que se crean tendrían que ir con una cocina, ya sean centros bizan de mayores, viviendas comunitarias, etc. Así, no dependeríamos de una cocina obsoleta que el gobierno municipal se ha dejado caer por falta de inversión”, censura el concejal Alberto Porras.
Elkarrekin, por su parte, se alegra de que el gabinete Etxebarria no descarte la construcción de una nueva cocina central, controlada por el propio Ayuntamiento, pero la concejala Garbiñe Ruiz lamenta que vaya a ser a largo plazo.