Asociaciones y vecinos del barrio de Judimendi se han reunido este miércoles para denunciar la situación de la bolera del barrio. Como indica Lierni Arakama, portavoz de los residentes, se trata de una ”bolera especial, de bolo alavés” que mantiene todas sus singularidades. Las condiciones de la madera dificultan su uso en el barrio. Y las tablas rotas, descascarilladas, con hierbas vuelven la bolera un sitio peligroso para niños pequeños.
Según los vecinos, hace varios meses comunicaron la situación de la bolera al Ayuntamiento. Según sus palabras, a través del buzón ciudadano aseguraron que arreglarían la bolera. Tras meses de espera, la infraestructura sigue en las mismas condiciones. Para más detalle, los citados residentes explican que a ojos del Consistorio, la instalación de la discordia se encuentra en buenas condiciones, tal y como aparece en su web. Lo mencionan como un espacio singular y que esta en uso.
Inversión mínima
Los vecinos mencionan que la inversión requerida sería mínima y que la situación empeora cada día. Lierni Arakama asegura que el problema es “ el completo desinterés del gobierno municipal de Maider Etxeberria”, un desinterés que deja una lista de tareas pendientes con el barrio de Judimendi. El más próximo es la falta de baños públicos en las fiestas de San Juan, que convertirán una vez más la bolera en un baño público.
Otras peticiones
Además, en la rueda de prensa de este miércoles, han recordado que llevan 32 años pidiendo un centro sociocultural de mayores en condiciones y solo han recibido promesas incumplidas.
Mural colaborativo
Los vecinos, ante las condiciones de la bolera, han decidido actuar y en colaboración con un artista alavés han pintado un mural para tapar todas las pintadas. Además, desde Auzolan han adecentado y limpiado la bolera. El barrio ha aportado para mejorar la situación, esperan que el ayuntamiento y la alcaldesa pongan de su parte y actúen.
