De entre el amplio abanico de planes de ocio pensados para el tiempo libre de los más pequeños de la casa, no cabe duda de que, los parques con columpios son un clásico que no fallan.

Hará algo más de un lustro que, en Vitoria, se apostó por la creación de zonas de juego al aire libre un tanto diferentes a las tradicionales, bautizados como parques infantiles naturalizados.

Una alternativa que pretende fomentar la creatividad y la imaginación así como otorgarles una mayor libertad de actuación a los txikis. 

En imágenes: El parque infantil naturalizado de Borinbizkarra reclama mejoras para un uso seguro Pilar Barco

"El objetivo de acercarles los conceptos de sostenibilidad ambiental, incorporando elementos de la naturaleza y otros reciclados"

“Surgen con el objetivo de acercarles los conceptos de sostenibilidad ambiental, incorporando elementos de la naturaleza y otros reciclados”, señalan fuentes municipales a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

También una alternativa que pretende “trasladarles el mensaje de que, para jugar, no hace falta disponer de juegos sofisticados y tecnologizados”, matizan. 

En imágenes: El parque infantil naturalizado de Borinbizkarra reclama mejoras para un uso seguro Pilar Barco

En la capital alavesa, se contabilizan actualmente un total de cuatro; uno de ellos en la calle Mar Tirreno, junto al Instituto de la Construcción; el de Etxauri, situado en el Casco Viejo junto a los vecinos; otro, en la Aurreskola de Zabalgana, que califican de “una actuación muy pequeña”; además del construido en el barrio de Borinbizkarra, inaugurado en 2018, que supuso una inversión de 120.000 euros.

'El parque de los troncos'

Este último, conocido por el vecindario como el parque de los troncos, se sitúa junto a la pasarela que cruza la vía ferroviaria, y que une el sector con el extenso barrio de Zabalgana.

Asimismo, el proyecto fue desarrollado por el ayuntamiento junto al programa de participación ciudadana Vitoria-Gasteiz Hobetuz y está compuesto por dos áreas, destinadas a la población de entre cero y doce años.

Los troncos de madera, las cabañas que funcionan como refugios, los tocones, los neumáticos reciclados y un cajón de arena, son las piezas que componen esta estructura de diversión infantil.  

Sin embargo, otra de las particularidades de este enclave natural es que “requieren un mayor mantenimiento al incorporar menos elementos metálicos y plásticos de mayor durabilidad”, destacan desde el Ayuntamiento de Gasteiz. Por lo tanto, el desgaste y el deterioro de estos materiales, es más notorio.

Así lo pudo dar a conocer este periódico en junio de 2023, tras reunir las quejas de una vecina por el mal estado del parque. Tornillos que asoman por los troncos, astillas y alambres sueltos e incluso tablas de madera que suponen un riesgo para la seguridad de los niños y niñas.

"Este parque requiere mucho mantenimiento para que los niños estén seguros"

A decir verdad, el escenario no presenta grandes cambios en la actualidad. Después de acudir, chequear el parque y conversar con algunas de las familias allí presentes, lo cierto es que, se podría "mejorar las condiciones de algunas de estas piezas de madera, especialmente el estado de los troncos".

En imágenes: El parque infantil naturalizado de Borinbizkarra reclama mejoras para un uso seguro Pilar Barco

Más mantenimiento

“Cuando lo inauguraron, me pareció precioso, muy buena idea, didáctico y lúdico para los niños”, aplaude Ana García, madre de un niño que adora los espacios naturales. Sin embargo, comentaba que, el paso del tiempo ha dado pie a su deterioro.

"Este parque requiere mucho mantenimiento para que los niños estén seguros. Y quizás, ese cuidado no haya sido tan constante”. Además, asegura que es un parque tiende a estar “a tope”, especialmente los días en los que el tiempo acompaña, y que atrae a txikis de todas las edades. 

A pocos metros, Ainara Colmenero, que suele acudir también con su pequeño, resaltaba que “da mucho juego” en la zona, pero, a su vez, critica la falta de conservación. “Es un parque que tiene un montón de posibilidades, los niños juegan con las piedras, disfrutan manchándose, pero las estructuras están oxidadas y los tornillos salidos. Completamente descuidado”, mostraba.

"Este sitio me parece mejor que cualquier otro parque de columpios. Eso sí, sería idílico si estuviese en perfectas condiciones"

En la misma línea, sostiene que hay padres y madres que no acuden por miedo a que sus hijos se hagan daño mientras juegan. “Muchas familias se han quejado del estado del parque. Tienes que estar en constante alerta por su seguridad”, exponía.

“Si vas como van los niños, sin mirar muy bien donde te apoyas, puede ocurrir una avería seria"

Por su parte, Iñaki Azkarate, vecino del barrio, frecuenta prácticamente a diario “los troncos”, comparte opinión con ambas. “Este sitio me parece mejor que cualquier otro parque de columpios. Trabajo con niños y vengo aquí porque sé que es maravilloso para ellos, para su motricidad gruesa. Eso sí, sería idílico si estuviera en perfectas condiciones”.

Le preocupa el deterioro, y más en concreto, los clavos del montón de troncos apilados. “Si vas como van los niños, sin mirar muy bien donde te apoyas, puede ocurrir una avería seria”, indicaba. Además, cabe matizar que de entre el listado de mejoras pendientes, se encuentra el estado actual de las cabañas.

En imágenes: El parque infantil naturalizado de Borinbizkarra reclama mejoras para un uso seguro Pilar Barco

Evitar daños

“Los alambres de algunas de ellas están salidos y se les pueden meter a los niños en los ojos, es peligroso”, apuntaba el vecino. Asimismo, también echa en falta un mayor número de árboles así como más granos de arena y piedras en el cajón de arena, que en estos momentos se halla un tanto desierto

“Si somos el barrio más poblado de Vitoria, habrá que mejorar el estado de estos parques naturalizados"

Otro de los matices pendientes es la valla de madera y cuerda que bordea el parque, puesto que algunas de las partes se encuentran caídas. “Quizás convendría reforzar el vallado, porque esto también es zona de perros y, muchas veces, los que están sueltos, entran a realizar sus necesidades dentro de la zona de juego”, explica el padre.

Además de lo mencionado anteriormente, Itziar Ochoa de Aspuru, que en ese momento contemplaba a su hija divertirse desde un banco cercano, destacaba la falta de “piedritas en el caminito de la entrada”.

Asimismo, la vecina aseguraba que no ha visto mantenimiento salvo cortar el césped. “Si somos el barrio más poblado de Vitoria, habrá que mejorar el estado de estos parques naturalizados. Que no supongan un peligro para los niños y niñas”, zanjaba.