Las obras de ampliación y mejora en varios espacios comunes de la residencia Txagorritxu han concluido. Su objetivo era adecuar a las necesidades de las actuales personas usuarias y mejorar la atención que se les dispensa, así como “el confort de residentes y personal trabajador”. Así lo explicó ayer el diputado foral de Políticas Sociales, Gorka Urtaran, durante una visita al centro para conocer las mejoras.

La reforma de este centro residencial y de dos centros de día perseguía dar una mejor respuesta a las necesidades de las personas usuarias motivadas por el cambio progresivo de su perfil. Inicialmente se proyectaron los espacios para personas más independientes, pero actualmente los usuarios tienen un mayor grado de dependencia y, con gran frecuencia, necesitan usar silla de ruedas.

Algunos de los espacios de esta residencia del Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS) carecían de superficie suficiente para permitir un uso adecuado por parte de las personas residentes con estos nuevos perfiles, por lo que se ha procedido a acometer una serie de reformas en el interior del edificio. En concreto, han consistido en una redistribución de los espacios interiores de las plantas baja, primera, segunda y tercera, que han permitido la ampliación de cinco salones comunes con algo más de 30 metros cuadrados de superficie adicional cada uno de ellos. También se han renovado los ventanales de todos estos espacios.

200.000 euros.

La intervención realizada en los últimos meses en la residencia foral Txagorritxu de la capital alavesa para facilitar la movilidad de las personas usuarias del centro ha tenido un coste cercano a los 200.000 euros y forma parte del plan de reforma y modernización de los centros de la Diputación alavesa. El mismo está financiado por los Fondos Next Generation de la Unón Europea, en el marco del Plan de Transformación, Recuperación y Resiliencia.

Más distancia entre el mobiliario

La reforma ha permitido aumentar la distancia entre el mobiliario para mejorar el uso de los usuarios con silla de ruedas y garantizar la accesibilidad, una mejora en la atención de las personas usuarias, mayor confort para las personas que residen en el centro, y una mayor luminosidad. La ampliación de superficie de los salones ha precisado de la eliminación de algunas habitaciones, que ha conllevado la reducción de seis plazas residenciales.

Segunda planta de psicogeriatría

El diputado foral Gorka Urtaran explicó que, de manera paralela a esta mejora de la infraestructura de la residencia, se suma ahora una intervención de “mayor calado”, que consistirá en la “transformación asistencial para adaptarla a los nuevos perfiles de personas mayores que presentan déficit cognitivos y síntomas conductuales relacionados con enfermedades mentales y demencias de distintos tipos”.

Con este propósito, se está transformando la segunda de las tres plantas existentes en el centro para adecuarla a las personas con este perfil psicogeriátrico. Al finalizar esta intervención, la residencia tendrá dos de sus tres plantas adaptadas a la asistencia de personas mayores con demencias o deterioro cognitivo.