Productos como el cordero o el besugo continúan despuntando como platos estrella en los banquetes navideños de muchas familias de Vitoria. Así lo ha podido saber DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA tras recorrer los abarrotados puestos de la Plaza de Abastos y conversar con algunos de sus comerciantes.

En imágenes: Visita al mercado de Abastos a un mes de las fiestas navideñas Jorge Muñoz

Y es que, a falta de un mes para recibir los grandes festejos, el disparatado incremento de precios alcanza ya precios de la Navidad de 2022, y a la espera de que la tendencia continúe al alza. De hecho, manjares como la carne, el pescado o el marisco, con una alta demanda entre la clientela para los días de Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo, esperan alcanzar cifras superiores en unas semanas, siguiendo esta tendencia alcista.

En lo que se refiere al sector de carnicería, el precio del cordero oscila en una horquilla entre los 21 y los 24 euros en el mercado, a excepción de un puesto que anunciaba “súper ofertas”, a 16,90. Una cifra que tiende al alza, pero que se desconoce hasta qué máximos puede trepar. “No se sabe cuánto va a subir exactamente, cada semana tiene su precio”, señalaba Joaquín Izaguirre, dueño de la carnicería Izaguirre. El veterano carnicero, con más de 40 años de experiencia en el oficio, presentaba un cordero en limpio a 21 euros el kilo mientras que, el cabrito, también en limpio, lo hacía a 22 euros el kilo.

En imágenes: Visita al mercado de Abastos a un mes de las fiestas navideñas Jorge Muñoz

Cordero

Al otro lado del mostrador de la carnicería Valle, Merche comercializaba el cordero a 23,90 euros el kilo; y el txuletón de ternera a 28,9. De igual forma, en otros espacios de la plaza, delicias como las chuletillas de cabrito sostenían un precio de 36,9 euros; similar al del entrecot de ternera que se vendía a 35,9 o el de vaca a 37,9 euros el kilo. De igual modo, en los precios del pescado o marisco se constataban este encarecimiento coyuntural. Señal de ello es el coste actual del besugo, producto estrella del menú, cuyo precio se acercaba en algunos mostradores a los 70 euros. “El besugo y la lubina salvaje son los pescados que más piden los clientes de cara a Navidad”, resaltaba Fátima, de la pescadería Bedarona. Por su parte, en el puesto de Mariano, Ana, una de sus pescaderas, mostraba los precios de distintas piezas; el rape a 48,5, el rodaballo alcanzaba la cifra de 31,8 y la lubina salvaje lo vendía a 29,8 euros el kilo. “El txipirón fresco se vende muy bien”, recalcaba.

En imágenes: Visita al mercado de Abastos a un mes de las fiestas navideñas Jorge Muñoz

Marisco

El marisco también destaca como una de las delicias que no pueden faltar en el menú gastronómico. “Se vende mucho”, apuntaba Flori, de la pescadería Noa. En este sentido, la almeja se cotizaba al precio de 40 euros el kilo, un valor que tiende a encarecerse en los próximos días. “Está previsto que los precios suban después del puente de diciembre y que, hasta después de Navidad, concretamente hasta pasado el día de Reyes, no bajen”, explicaba la pescadera. Asimismo, estimaba que el precio de las angulas ronda en torno a los 1.000 euros. Por otro lado, a 59 euros tenía ayer Fátima, de Beradona, la almeja fina; y a 36, la de cultivo. “La almeja lleva todo el año cara”, declaraba la pescadera.

En imágenes: Visita al mercado de Abastos a un mes de las fiestas navideñas Jorge Muñoz

Al margen de los alimentos que marcan la tradición en el menú navideño, hay clientes que prefieren salirse de la exclusividad, especialmente en un marco donde la subida de precios no cesa. En estas líneas se expresaba el carnicero de Izaguirre, resaltando otros productos, que pueden sustituir al cordero, dada la incrementada demanda que están teniendo. “El solomillo es una pieza que está ganando terreno en muchas familias”, destacaba señalando las piezas que tenían en su puesto.

En imágenes: Visita al mercado de Abastos a un mes de las fiestas navideñas Jorge Muñoz

Y es que este año puede que los hábitos de consumo, a la hora de realizar la cesta de Navidad, presenten un cambio. Especialmente cuando el precio de muchos manjares, a un alto coste ahora, resulte prácticamente prohibitivo en apenas unas semanas.

La alimentación ha marcado topes históricos a lo largo del año. La inflación repunta y todos miran a las gasolineras y a los supermercados. Los carburantes han encadenado meses de incrementos tras el respiro la pasada primavera y los alimentos, con oscilaciones quizá menos espectaculares en la mayor parte de los casos, siguen anotándose subidas continuas que han llevado la cesta de la compra a máximos casi continuos. Tras el espectacular encarecimiento del año pasado, la mayor parte de los grupos de alimentos ha seguido subiendo de precio en 2023.