“Aquí estamos para dar guerra. Seguir al frente, dar visibilidad y hacer ruido”. Así se mostraba de enérgico para DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el gran corredor solidario SpiderAbel (Abel Fernández Mendivil), a punto de cumplir 100 maratones a sus espaldas, ante su nuevo reto disfrazado de Spiderman. Fue ayer en el marco de las fiestas del barrio Bañueta de su pueblo, Amurrio, donde recorrió de nuevo en solitario un trayecto de 42 kilómetros, por distintas localidades ayalesas, con salida y meta en Amurrio, con el firme objetivo de seguir recaudando fondos para la investigación de la ataxia telangiectasia.

Una enfermedad rara y neurodegenerativa que aún no tiene cura ni tratamiento, que provoca una grave discapacidad física progresiva, inmunodeficiencia y más probabilidad de cáncer, entre otras complicaciones, y que afecta a tres chicos en Euskadi y a unos 40 en España. “Todo lo que podamos hacer por ellos, es poco”, insiste, ante la dificultad que siempre conlleva reunir dinero para financiar proyectos de investigación para este tipo de enfermedades.

Se trata del Aiarako Maratoi Solidarioa, que ya organizó y corrió en 2020 con la pandemia, cuando se tuvieron que cancelar todos los eventos solidarios para ayudar a seguir buscando una cura para la ataxia telangiectasia, pero la enfermedad seguía suponiendo una cuenta atrás para las familias. De hecho, su deseo es que este evento se consolide. “Me encantaría que este maratón se celebrara cada año y que participara más gente en cada edición, ya que esta es mi tierra”, afirma este gran corredor popular, solidario con muchas causas, que se ha volcado de nuevo con AEFAT (la asociación que agrupa a las familias con niños y jóvenes con ataxia telangiectasia en el Estado), con quienes lleva colaborando desde 2018.

“Hago lo que me gusta, correr, y además con la gente de AEFAT me encuentro en familia, empujo las sillas de los chicos y chicas en las maratones y acompaño a sus familiares desde hace años con el Equipo Zurich AEFAT”, apunta Spiderabel que, hoy mismo, también participará en el Maratón de Logroño, que contará como su número 96, ya que el de Ayala –organizado junto a sus compañeros del club de atletismo Oinkariak de Amurrio– “es especial y no suma”, aclara.

En la cita de ayer pudieron acompañarle otros corredores, realizando la distancia que cada uno quiso (a un ritmo aproximado de seis kilómetros por hora), de forma solidaria. Las personas interesadas en apoyar al corredor y su causa, pueden inscribirse en la web de Oinkariak (10 euros de donación), y podrán recoger su dorsal el mismo sábado. También se pudo comprar lotería de Navidad de AEFAT, donar en una hucha o adquirir el dorsal.

“Y quienes quieren colaborar pero no pueden participar corriendo, pueden seguir donando directamente a través de la página de la asociación www.aefat.es/dona, por Bizum al 01274, a través del Facebook e Instagram de la asociación, o a través de la cuenta ES85 3035 0228 9622 8009 9996”, detalla, quien estaba sinceramente agradecido a todos los participantes y, especialmente, a aquellos que se animaron a acompañarle en el recorrido completo del maratón, que pasó por Murga, Luiaondo, Respaldiza, Zuaza, Menagarai, Quejana e Izoria, con salida y meta en Amurrio.

No en vano, se trata de varios componentes de CaMinus, una asociación alavesa que desarrolla proyectos solidarios a favor de las personas con discapacidad, y quiere conseguir que las personas en silla de ruedas realicen el Camino de Santiago sin barreras. “Son unos jabatos, de verdad”, subraya Abel, que lideró el grupo de corredores que avanzó en equipo por un recorrido que contaba con un inicio y final de unos seis kilómetros por las calles de Amurrio.