El comedor social del Casco Viejo abrirá este otoño en la calle San Vicente de Paúl

Son líneas básicas en materia de políticas sociales (departamento que el pasado año atendió a 16.017 familias, 29.884 personas en la ciudad), que el concejal responsable del área, Raimundo Ruiz de Escudero, se marca para la legislatura.

Además, abrirá una nueva cocina central fuera del CIAM San Prudencio, cuya capacidad no da más de sí ante el constante aumento de usuarios. Hasta que la ciudad disponga de nuevas instalaciones, el gobierno municipal externalizará el servicio de comidas para personas celíacas y con intolerancias alimenticias. Después, la gestión volverá a ser pública.

Recuerda Ruiz de Escudero que la cocina central de San Prudencio reparte entre 1.300 y 1.500 comidas a diario todos los días; una cifra que va a seguir creciendo, de ahí la necesidad de nuevas instalaciones.

De hecho, también se van a habilitar más plazas en los comedores de mayores de El Pilar y Zaramaga. Este último barrio dispondrá, además, de un nuevo centro de atención diurna para personas mayores para finales del próximo año.

Asimismo, un nuevo comedor social en la calle San Vicente de Paúl abrirá en otoño para dar respuesta a la cada vez mayor demanda de personas sin recursos. Lo hará en el mismo local de esta calle del Casco Viejo en la que se va a habilitar un espacio para cursos de inclusión sociolaboral.

Las actuaciones más inmediatas en materia de políticas sociales se completan con un centro de asesoramiento para las familias en la crianza de sus hijos e hijas; una vivienda más para el programa Bidatu, dirigido a madres que no cuentan con apoyo familiar, y nuevos parques de salud en Judimendi y la zona de Prado.

“Tenemos que dar respuesta de una forma integral a las necesidades sociales de las personas que viven en esta ciudad y que, en un momento de sus vidas, requieren apoyo municipal”, argumenta el edil de Políticas Sociales.

En su comparecencia de ayer explicó que el modelo de servicios sociales de cuidados será la guía que marque todas las acciones. Asegura Ruiz de Escudero que las políticas sociales son prioritarias para el gobierno municipal.

Por eso, como punto de partida aboga por “alejarse de un modelo asistencialista, discrecional y vinculado a la caridad, para avanzar hacia un modelo de servicios sociales moderno, garantista, comunitario y centrado en la persona”.

La oposición

Al listado de proyectos mencionados, añade el Ayuntamiento otros servicios en los que va a invertir: el nuevo contrato del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), el más importante en cuantía económica, con mejoras en intensidad, ratios y acceso. Más de 3.000 domicilios de Vitoria son atendidos a día de hoy por el SAD, estando habitados por personas mayores en un 90% de los casos.

Entre la oposición, EH Bildu fue muy crítica con la situación de los servicios sociales de Vitoria; el PP advirtió de la atención que van a requerir las 350 personas del futuro centro de refugiados de Arana y Elkarrekin recordó que sigue pendiente el centro de mayores de Judimendi.