Protegiendo su cabeza con un casco amarillo, pese al asfixiante calor, Ramiro monta en su bicicleta y arrastra el carro con la verdura y fruta que ha aprovechado para comprar en los puestos del mercado de Santa Bárbara. Acaba de regresar de vacaciones y estos días le toca pedalear con el medidor de contaminación del aire amarrado al cuadro de la bicicleta para registrar cómo respira Gasteiz.

“No es muy latoso, solo hay que seguir unas mínimas pautas para no meter la pata; encender el aparato, poner en marcha la aplicación, acordarte de apagarla cuando aparcas la bici y encender el wifi en casa para que los datos se descarguen”, cuenta. “¡Ah! y señalar los días de viento porque puede alterar las mediciones”, añade. Igual sucede cuando se estaciona la bicicleta en un parking subterráneo, los bicicleteros deben apagar el aparato porque la contaminación es más intensa en estos aparcamientos cerrados y con tanto vehículo, puede entorpecer el análisis de los datos.

Ramiro es uno de los ocho voluntarios del colectivo Bizikleteroak que en marzo se ofreció a participar en campaña Cycling with clean air (CWCA) en la que ya estaban inscritas otras ciudades del Estado. Habitualmente se desplaza entre Salburua y Sansomendi para acudir al trabajo, pero también realiza mediciones por el centro y Zaramaga, por ejemplo.

Hasta ahora, los voluntarios de Bizikleteroak han cubierto 262 recorridos de entre quince y veinte minutos cada uno, el 60% de la urbe. “Nos gustaría enviar más datos del extrarradio de la ciudad, es decir, de la zona industrial y del cogollo de Gasteiz, del centro; también de la calle Francia”, explica Xabi, voluntario encargado de la iniciativa en Vitoria.

En su caso, habitualmente mide las partículas contaminantes del aire en sus desplazamientos diarios al trabajo desde Zabalgana a Adurza pasando por la zona de Nieves Cano... En ocasiones, se desvía entre calles para ampliar el mapa de mediciones. “Ya iba antes al trabajo en bici, la única diferencia es que ahora me tengo que acordar de poner a punto el teléfono y el medidor antes de salir de casa”, dice. “Tenemos que cubrir al menos 140 horas de mediciones y ya llevamos más de la mitad”, valora.

A día de hoy, Bizikleteroak dispone de los registros suficientes para valorar la presencia de partículas contaminantes en el aire de Vitoria. “En un primer análisis hecho en mayo, Gasteiz no sale bien parada, está la penúltima, a la cola, el segundo peor registro, solo por encima de Valencia”, valora Xabi.

“Me llevé un poco de decepción, pensaba que Vitoria iba a estar entre los primeros puestos, entre las ciudades con niveles de aire menos contaminado y ha sido lo contrario, con todas las zonas verdes que hay y lo que se camina... No sé si a finales de año subiremos puestos, espero que sí, pero el comienzo no ha sido bueno, estamos entre las peores ciudades participantes”, lamenta.

El análisis de Cycling with clean air concluye que Burgos se destaca como la ciudad con mejor calidad del aire, mientras que Vitoria ocupa el penúltimo lugar con mayores niveles de contaminación; en concreto de 11,4 ug/m3 frente a los 5,9 de la capital burgalesa, la mejor posicionada. Solo Valencia está peor. “La media está en 8,9; estamos a la cola, con Valencia y Cartagena”, apunta Xabi.

“Aunque el promedio de concentración de partículas pm2,5 se mantiene dentro del rango amarillo, supera los límites recomendados por la OMS. Estos resultados nos muestran la importancia de tomar medidas para reducir la contaminación del aire y proteger nuestra salud”, concluyen los responsables del proyecto.

Ciudades participantes

Las ciudades participantes a las que hace referencia el informe son: A Coruña, Albacete, Alicante, Barcelona, Burgos, Cartagena, Gijón, Las Palmas, Lorca, Madrid, Málaga, Santiago de Compostela, Tarrasa, Valencia, Valladolid, Vigo, Gasteiz y Zaragoza.

La Ley de cambio climático ha establecido la obligación para los municipios de más de 50.000 habitantes de adoptar planes de movilidad sostenible que incluyan zonas de bajas emisiones. “Con este proyecto buscamos proporcionar a las autoridades municipales información adicional que complemente los datos de las estaciones fijas existentes”, señalan desde la asociación de ciclistas urbanos de Vitoria, una de las últimas ciudades en incorporarse a la iniciativa este año, junto con A Coruña, Santiago de Compostela y Las Palmas.

Mediciones

Ranking. Burgos se destaca como la ciudad con mejor calidad del aire entre las 18 participantes, mientras que Vitoria ocupa el penúltimo lugar, con mayores niveles de contaminación; en concreto de 11,4 ug/m3 frente a los 5,9 de la capital burgalesa, la mejor posicionada. Solo Valencia obtiene peores mediciones que Gasteiz, si bien es cierto que empezó a recoger datos algo más tarde, en marzo.

‘Cycling with clean air’. Esta iniciativa tiene como objetivo proporcionar datos complementarios a los que ofrecen las estaciones fijas existentes, a fin de fomentar planes de movilidad sostenible y de cara a fijar zonas de bajas emisiones.

Mediciones. Hasta ahora, la medición de la contaminación atmosférica se realiza mediante estaciones fijas ubicadas en puntos específicos de las ciudades. Sin embargo, opina la coordinadora en defensa de la bici ConBici que estas estaciones no reflejan la calidad del aire en tiempo real durante las actividades diarias: caminar, pedalear, cruzar la calle... Por ello, en esta iniciativa se usan monitores portátiles de partículas pm2,5, cada vez más populares y precisos para recopilar datos. En Vitoria, las mediciones las realizan ocho personas voluntarias, pero ya hay más ciclistas interesados.

Objetivo. Con este proyecto de ciencia ciudadana, las asociaciones participantes buscan proporcionar a las autoridades municipales información adicional que complemente los datos de las estaciones fijas existentes y que los ciclistas consideran insuficientes. “Queremos que las autoridades aborden seriamente el cambio climático, desarrollen planes de movilidad sostenible e implementen zonas de bajas emisiones (ZBE), priorizando el bienestar de la ciudadanía”, opina Bizikleteroak.