La capital alavesa vive estos últimos días del mes de agosto un trajín de turistas dispuestos a conocer algunos de los rincones más sugerentes de la ciudad.
Visitantes nacionales e internacionales que aterrizan en Vitoria con ganas de saborear su gastronomía, recorrer su buen conservado Casco Viejo o reparar en las dos catedrales que aguarda la zona céntrica.
Tras conversar con algunos de ellos, en las zonas más fotografiables, muchos coinciden en que, sin duda, Gasteiz es una ciudad que, entre otras cosas, sorprende.
Y no solo por su cuidada arquitectura; sobre todo del Ensanche y Casco Antiguo, si no también por su factor humano: la amabilidad de sus vecinos y vecinas.
Desde luego, para Antonio Torres, turista procedente de Sevilla, que ha repetido su visita a la capital después de cinco años, el buen carácter de los vascos le ha sorprendido gratamente. “Gente muy agradable, que da gusto hablar con ella”, ha asegurado el andaluz.
Esta vez, su visita, se debía al partido que disputaba su equipo, el Sevilla, tal y como destapaba su camiseta. Un encuentro, que tuvo lugar el pasado lunes en Mendizorroza y en el que el Deportivo Alavés salió victorioso.
"Hay cosas que no nos querrán enseñar"
Este hispalense, no ha escondido su lado más guasón y ha tirado algún que otro dardo apuntando a Gasteiz.
“La catedral antigua no la conocía. He visto una catedral muy pequeña por dentro, pero muy grande por fuera, así que, hay cosas que no nos querrán enseñar”, bromeaba sentado en el tren turístico de la ciudad.
Sin embargo, la declaración más llamativa que realizó, en pleno vagón, provocó una oleada de risas entre el resto de turistas que también esperaban la salida del tren. “Cóbrese tres. Estoy pagando el tren, que, por cierto, ya que estoy en directo, en Bilbao era gratis y aquí me lo está cobrando el ayuntamiento. Una pullita que de vez en cuando hay que meter”, afirmó sin tapujos el sevillano.
El tren de la capital vizcaína al que hace referencia Antonio es un servicio puntual durante Aste Nagusia enfocado más a familias con niños y personas con movilidad reducida. Un recorrido gratuito que sale del Ayuntamiento y finaliza en la plaza Euskadi para que los más txikis puedan disfrutar de las actividades allí programadas.
